Capítulo 12: Posesión

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_Hola Fertuchio.

Kil le sonrió a su hermana.

_Hola Magna_ respondió él.

Los mellizos tenían la costumbre de decir sus segundos nombres cada vez que se encontraban en una posición triste o preocupada, de alguna forma eso los hacía sentir que aún estaban allí el uno para el otro.

_ ¡Dios!_ eran unos nombres horribles _Nuestra madre no quería tenernos_ la voz de Alex se escuchaba rasgada.

Kil le sirvió agua, Alex lucía muy despierta y lucida pero al mismo tiempo muy débil.

_ ¿Quieres agua?_ pregunto Kil llenando el vaso hasta lo más alto.

_Café.

_Primero agua.

Kil ayudo a su hermana a sentarse sobre la camilla y le dio el vaso. Alex bebió rápido, casi desesperadamente. Mircalla había sido la primera persona que vio al despertar y ella solo tenía preguntas cuyas respuestas lastimaban la garganta de Alex, el agua jamás llego aunque Alex hizo varios intentos de servirse que Mircalla simplemente ignoro.

_Gracias.

Kil sacudió la cabeza, su hermana no tenía que agradecer sus gestos de gentileza.

_ ¿Qué fue lo que paso?

_Me atacaron. Y era algo muy grande, y muy fuerte_ respondió Alex, no era muy diferente ni muy extenso a lo que le había dicho a Mircalla.

Alex solo recordaba caminar hacia la biblioteca, ni siquiera estaba cerca de los jardines donde la habían encontrado. Ella vio una sombra y luego vino el golpe.

_No tiene sentido, capturamos a Jennifer y le hicimos la ceremonia. Ella era el único Espectro en la historia de toda la Hermandad que salía de día.

_Pues hay otro_ aseguro Alex, ella sintió lo que sintió y estaba segura que por alguna razón que desconocía tuvo suerte.

Kil miro a su hermana terminar el agua. Todos siempre decían que eran dos caras de una misma moneda, tan iguales como diferentes, y Kil recordó un sueño. La pesadilla que a veces tenía desde que Alex casi muere en un incendio a los 7 años.

Era siempre la misma imagen; Alex vistiendo la fina tela dorada, quemándose en su pira funeraria mientras él vestía el negro luto, el fuego siempre quemaba su cuerpo primero, lo desfiguraba al punto de no saber si era mujer u hombre, y luego iba por su cabello, lo recortaba, pero el fuego jamás le llegaba a la cara, su rostro permanecía incólume, era como si las llamas respetaran su belleza y decidieran mantenerla solo un poco más, y en ese corto tiempo, Kil veía su mismo rostro en ella y cuando sentía que las llamas iban por él despertaba exaltado, jurándose que su hermana no moriría jamás frente a sus ojos.

_Por cierto tu ratoncita no se ha ido_ vocifero Kil en su intento victorioso de aligerar el aire.

Alex rodo los ojos exasperada. Él y Jack no paraban de molestar a Alex por Niki, así como no paran de sorprenderse de la forma en que Alex ocultaba su interés incluso de ella misma.

_Ya deja de decirle así_ refunfuño Alex.

Kil vio su intento de volver a servirse agua y se apresuró a ayudarla. Alex no tenía ningún golpe en su cuerpo, o cortada, ella podía sentirse entera debajo del uniforme limpio que le habían puesto, pero sentía que estaba terriblemente agotada, como si no hubiese dormido en semanas.

_Te mira como si fueses el príncipe encantador no le rompas eso_ continuo Alex.

Kil le dio el vaso lleno de agua.

Academia Lighblack: OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora