Capítulo 10: Pureza de sangre

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Niki tenía miedo de dormir, sentía que algo malo podía aparecer de cualquier esquina de su amplia y nueva habitación. Tenía un escritorio más grande, una cama más grande, un closet más grande y todo para ella, pero era su primera noche y mientras sentía que algo malo podía salir debajo de su cama a llevársela no dejaba de extrañar a Ada. Estaba tan asustada que no se dio cuenta de que se había quedado dormida hasta que una mano salió de las sombras y cubrió con fuerza su boca.

Niki pataleo, tiro los puños hacia adelante pero era tan inútil como tratar de mover una pared. La oscuridad solo la dejaba ver la silueta de alguien a un lado de ella, pero el miedo se convirtió en repulsión, mezclada con alivio cuando escucho la voz de Alex.

_Eres una debilucha, vas a tener un largo trabajo para mejorar tu fuerza.

Alex la soltó con la misma brusquedad con la que la había sujetó.

_Ponte el uniforme rápido, nos están esperando_ continuo Alex haciéndose a un lado.

Niki sentía cada latido como una sacudida.

_ ¡¿Era necesario qué me asustaras?!_ espeto Niki.

_Hubieses puesto la alarma_ discutió Alex mientras caminaba hacia el closet y sacaba el uniforme.

Niki miro el reloj de la pared. La luz LED roja marcaba las dos de la mañana.

_No sabía que me tenía que despertar a mitad de la madrugada.

_Este en tu nuevo horario_ Alex le lanzo el uniforme _Te aconsejaría mirarlo y apresúrate, te están esperando.

Alex salió de la habitación encendiendo la luz. Niki tuvo que salir del aturdimiento del sueño mientras se cambiaba apresuradamente. Era su uniforme de siempre pero había algo nuevo, una corbata morada, tan oscura como la noche. Niki jamás había usado una corbata en su vida. Supuso que se había tomado demasiado tiempo tratando de hacer un nudo, cuando Alex entro y la miro disgustada.

_ ¿Qué pasa que todavía no sales?_ refunfuño Alex.

Niki solo pudo levantar la tira de seda morada. Alex dio un suspiro exasperado.

_Lo hubieses dicho antes_ espeto Alex acercándose.

Para sorpresa de Niki las manos de Alex iban con delicadeza y soltura, y cuando el nudo estuvo listo lo ajusto con cuidado, era una delicadeza que Niki pensaba que Alex jamás podría tener.

_ ¿Por qué la corbata? ¿Y por qué tú no la llevas?

_Porque no soy una novata ignorante como tú_ respondió Alex su voz era templada, como si estuviera diciéndole la hora a alguien.

_ ¿Novata ignorante?_ Niki aún se sentía algo entumecida por el sueño.

_Eso dije ¡Vamos!

Alex le dio un pequeño empujón que hizo a Niki desear con más intensidad su cama. Cuando salió de la habitación se sorprendió de ver a tantas chicas, tan despiertas y listas como si hubiesen dormido toda la noche.

A Niki le habían asignado la habitación 405, esperaba que fuese su última habitación. estaba cerca de la habitación de Samanta y como le había dicho Ada, justo en el límite de las chicas influyentes y las que no.

No había tantas chicas como para colapsar el pasillo pero si las suficientes como para hacer sentir a Niki algo idiota por tener aún un ojo pegado en el sueño.

Alex fue llevando a Niki por los pasillos, todas se dirigían a una sola dirección. Muchas llevaban corbatas de diferentes colores, pero la mayoría iba sin ella, aunque todas y cada una tenía ojos más extraños que la anterior.

Academia Lighblack: OrgulloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora