Capitulo 08

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「Dolor interior.」

13:09 p.m

Todo estaba pasando de manera rápida y lenta a la vez.

El tiempo y la distancia iban en su contra y no era capaz de competir contra eso.

Sintió como todo el aire de sus pulmones se iban de su cuerpo, su corazón detenerse de una manera increíblemente rápida. Sintió un nudo en su garganta y sus ojos se sintieron más abiertos de lo normal.

Se puso de pie por instinto pero ni corriendo lo más rápido podía llegar hasta allí.

Simplemente no llegaría.

—¡EIJI!

Exclamó con fuerza al ver algo que en el fondo de su corazón le dolía y lo dejaba sin palabras.

Ver el cuerpo delgado de Eiji caer  de espaldas, con los brazos extendidos... Era algo que no lograba asimilar todavía.

Era como ver a un bello y delicado pájaro intentar volar y cae en el intento.

Hasta que finalmente cayó.

Sin importarle los demás, fue el primero en reaccionar y bajar de las gradas casi corriendo a toda la velocidad que le daban sus piernas; maldecia no ser tan rápido, había chocado con varias personas y casi se caía de múltiples ocasiones.

Pero eso ya no le importaba.

Apretó los dientes y siguió corriendo, aún no lo podía creer.

No... No puede estar pasando.

Se decía a si mismo, tenía que ser un sueño al que pronto iba a despertar. 

Lo que menos quería y deseaba, era ver a una de las personas que más quería lastimado.

Podía escuchar como sus amigos le gritaban por su nombre para que los esperara, para que no fuera tan rápido. No podía evitarlo. Se trataba de Eiji y simplemente no podía esperar más.

Un montón de personas se habían acercado al cuerpo del japonés para poder ayudar, todo el equipo directivo habían sido de los primeros en acercarse a Eiji y ya habían mandando a llamar a la enfermería.

— ¡Déjenme pasar! — exigió metiéndose entre todas las personas acumuladas, sentía que no iba a soportar más si no sabía que estaba pasando con Eiji.

Su corazón estaba hecho un nudo.

Sentía su respiración agitarse.

Hasta que lo vio.

Vio a Eiji tirado en el suelo, con los ojos cerrados y sin mover ningún músculo.

Se quedó helado al verlo, estaba a punto de arrodillarse para poder levantarlo cuando sintió la mano de alguien que lo tomaba desde atrás. No necesitaba voltearse para saber de quien se trataba.

— Así debes calmarte. — le dijo Shorter intentando alejarlo de el cuerpo de Eiji, sabía que necesitaba aire fresco que respirar y que estuvieran sobre él, no iba a ayudar. — Eiji necesita que lo dejen respirar, calmate. — le pidió prácticamente abrazando desde la espalda al rubio para que no hiciera una locura.

— Eiji... — De los labios del rubio solo salía el nombre del japonés, su voz estaba quebrada.

Shorter tampoco terminaba de asimilar lo que estaba pasando, no terminaba de entender lo que había pasado. ¿Cómo había sucedido esto? Ahora Eiji estaba en el suelo inconsciente mientras que unos minutos atrás estaba sonriente y animado.

Indomable ¦ Banana Fish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora