Capitulo 14

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「Momentos inesperados」

Sing había despertado con ganas de dar unas vueltas por la ciudad para calmarse.

La semana anterior había sido algo pesada para él, más de lo que estaba acostumbrado anteriormente. Ni siquiera recordaba cuando su profesor les había dado un exceso de tareas, también se acercaba los periodos de exámenes de final de semestre; aquella nota dependía si aprobaba la materia antes de la nota final definitiva.

No logró avisarle a los chicos de que no se encontraría con ellos, quería tener algo de paz mental y físico. Pero eso no significaba que no lo pasaba bien estando con ellos.

Lo disfrutaba al cien por ciento, le gustaba jugarse bromas hacia Shorter o Ash, también le agradaba pasar tiempo con Eiji.
Pero también había tiempos en que disfrutaba un poco de la soledad y pensar sobre su vida.

Esa tarde estaba algo más fresca de lo normal, no que le ayudaba a predecir de que se vendría algunas lluvias. Antes de salir de casa, tomó su abrigo y se despidió de su hermano mayor.

A unas pocas cuadras de distancia se encontraba el Center Park, mayormente le gustaba caminar por allí y contemplar el paisaje mientras se relajaba.

Sin contar los trabajos y los exámenes, también se había sentido algo agobiado y desanimado. ¿Porque? Sentía que no era lo suficientemente bueno para cumplir las expectativas de muchas personas que consideraba importantes.

Nunca antes se había sentido así ¿Qué le pasaba?

Sabía que aún era bastante joven para sentirse de aquella manera, pero tampoco quería quedarse atrás en aspectos que Ash o Shorter destacaban. También se inspiraba en su hermano, Lao, a veces tenían las típicas discusiones de hermanos pero convivían lo mejor que podían.

Sacudió su cabeza, como si con eso aquellos pensamientos negativos se fuera, siguió su camino con la mirada en el cielo.

Sin darse cuenta, estaba en calles donde había tiendas de adornos o almacenes. No había muchas personas como imaginaba, lo que hacía que su estadía no fuera muy molesta.

— ¿Yut-Lung? — pregunto en voz baja mientras agudizaba su visión a lo lejos.

A lo lejos podía ver a un chico de cabello negro y largo, amarrado con una liga de color rojo carmín. Traía un abrigo de color bordó y unos guantes que descubrían sus dedos, en las manos, traía un vaso descartable de café. 

A pesar de estar lejos, podía ver que estaba pensando en algo, su mirada estaba sobre un punto fijo.

No perdía nada si le hacía compañía, al menos hasta que él le dijera que se marque.

—¡Yut-Lung! — exclamó mientras se acercaba, pero el chico parecía tan sumido en sus pensamientos que parecía no haber escuchado que lo llamaban.

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Indomable ¦ Banana Fish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora