Capítulo 22

61 12 2
                                    

「Comienzo de la busqueda」

Aquellos momentos estaban siendo duros, abrumadores y cansados para todos. Shorter estaba lo suficientemente estable para dar contención a los demás.

Para su suerte, Sing había podido llegar a la estación dónde ahora todos estaban sentados esperando recibir buenas noticias. Estaba siendo de gran apoyo para Eiji.

Máx, Ibe, Shorter, Sing, Eiji y hasta Yut-Lung se encontraban en desesperación por la ausencia de noticias. El tiempo se estaba haciendo lento y tedioso.
Les habían aconsejado calmarse, porque eso iba a afectar su estado.

Shorter se encontraba en la máquina expendedora que había en la estación, puso unas monedas y obtuvo una botella de agua.

Observo con amargura aquella botella.

— Sabes, la botella no tiene la culpa de esto. — bromeó Yut apoyándose sobre aquella máquina con los brazos cruzados; sabía que no era el momento para bromas, pero admitía que Shorter se veía mal. — ¿Te encuentras bien?

Shorter soltó una leve risa y asintió.

— Tengo que mantenerme firme para que nadie entre en desesperación. — dijo observando aquella botella de agua entre sus manos, y luego le quitó la tapa. — No es un buen momento para derrumbarse, además.... — dio un sorbo rápido de agua y limpio sus labios con el dorso de su mano. — Eiji es el que está más afectado.

Yut inclinó un poco la cabeza hasta apoyarla sobre la máquina expendedora.

— ¿Cómo no va a estarlo? Él presenció todo lo ocurrido. — hablo mirando el rostro del moreno. — Además... Se debe sentir culpable de no haber hecho nada.

— Conociendo a Ash, estoy seguro que él hubiera mantenido la calma y hubiera calmado a sus amigos. — bajo la mirada, y la levanto con determinación. — Es por eso que yo haré eso.

Yut pudo ver que Shorter estaba intentando mantener la calma entre sus compañeros y conocidos. Presentía que también estaba afectado.

— Está bien que intentes ayudar a los demás, pero no te subestimes a ti mismo. — hablo mientras se alejaba un poco de la máquina expendedora y se colocaba al lado de Shorter. — Si necesitas desahogarte, hazlo. No es bueno guardarse todo.

Shorter se sorprendió al escuchar aquel consejo viniendo del chino, le alegraba saber que se preocupaba aunque sea un poco por él.

— Tendré en cuenta tu consejo.

Y sonrió.

.

Ambos se acercaron hacia la sala de espera, donde todos estaban esperando alguna noticia o novedad. Ya habían pasado bastantes horas desde la desaparición del rubio y no había rastro alguno.

Ya habían pedido por toda la zona las grabaciones de todas las cámaras de seguridad del lugar, y varios policías estaban tomando testimonios de los presentes.

Sólo habían tenido los datos que ya tenían bastante claros, y otros eran para confirmar.

— ¿Hay algo más que desea añadir a su declaración? — pregunto el oficial mientras tomaba nota de todo lo mencionado. — Cualquier pequeño detalles puede ayudarnos, señora.

La anciana observo hacía arriba intentando recordar algo de importancia. — No oficial, no hay nada más que recuerde. Aquel chico corrió hacia la calle con desesperación y... El ruido de las llantas del camión es horrible. — añadió.

El oficial soltó un suspiro y se puso de pie. — Se lo agradezco mucho, con su ayuda de seguro lograremos encontrar al muchacho.

Había tomado las diversas declaraciones de los presentes, y todas las versiones eran distintas pero llevaban a lo mismo.

Indomable ¦ Banana Fish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora