Capitulo 15

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「Trabajo de música.」

No podía creer lo que estaba a punto de hacer.

Esta no era su tarea habitual, de hecho era la de Eiji, pero no le quedaba de otra que hacer la él.

Era un pequeño cambio de roles entre ellos.

Camino con cuidado y se acercó a la cama del japonés, el cual dormía tranquilamente. Estaba tapado hasta el cuello y su respiración era relajada y tranquila, su rostro estaba siendo levemente iluminado por los primeros rayos del día que entraban por su ventana —a pesar de que las cortinas estuvieran cerradas—, allí iluminaba el rostro de Eiji con claridad.

Decidió que no sería mala idea acercarse.

Se arrodilló cerca de la cabecera de la cama y con cuidado se acercó al rostro del japonés, pudo ver que su piel era totalmente lisa y se veía bastante suave; tenía unas largas pestañas color negro y un desordenado cabello que caía sobre su rostro, se veía como un niño pequeño que dormía libre de preocupaciones y problemas.

Admitía que le gustaba ver a Eiji de esa manera, se veía tan vulnerable y tierno mientras dormía; un ángel que dormía plácidamente sobre las nueves.

A veces no podía evitar preguntarse como se veía Eiji cuando era sólo un niño, no había tenido la oportunidad ni de ver una foto de él a esa edad. Sinceramente quería ver alguna vez eso.

¿Se veía igual de tranquilo y sereno como ahora?

Se preguntó, y sonrió.

Esa sería una pregunta que tendría que preguntarle al mismo Eiji para saber.

Acercó su mano a su hombro y lo movió de un lado a otro para despertarlo.

— Onii-chan es hora de despertar. — susurró cerca de su oreja.

— ¡Ahhhh! — exclamó Eiji levantando la cabeza de golpe, haciendo que terminará golpeando la cabeza del rubio. Ash se alejó de él y se sentó en el suelo mientras tenía una mano en la cabeza. — Eso dolió....

— Ciertamente dolió. — hablo mientras podía sentir un leve dolor de cabeza, para su suerte el golpe no había sido tan fuerte. — ¿Porque te levantas así? No creo que tenga una voz tan fea para asustarte mientras abres los ojos o no.

Eiji sonrió de manera nerviosa y negó mientras aún movía su mano en su frente.

—No es que tengas una voz fea, pero... ¿Qué quieres que haga? ¡Fuiste un idiota al asustarme! — reclamó mientras lo señalaba de manera culpable. — No vuelvas a hacer eso.

Ash se puso de pie.

— Claramente no quiero terminar nuevamente con un golpe en la cabeza, Así que ni pienso hacer de nuevo. — aclaró mientras caminaba hacia la puerta para tomar el desayuno que ya había sido preparado por él. — Ahora levantate y desayuna, por tu culpa vamos a llegar tarde.

Eiji sólo se limitó a asentir mientras se ponía de pie, colocó sus pies dentro de sus pantuflas y acomodo un poco su pijama; salió de la habitación y camino hasta la sala donde se encontró a Ash sentando con una taza azul.

Se sentó a su lado y noto que había otra taza, no estaba tan lejos de él, por lo que asumió que era su taza.

— ¿Tienes algo que hacer hoy, Ash? — le pregunto mientras observaba el líquido oscuro dentro de la taza, podía ver su propio reflejo.

Ash alzó una ceja y lo miro.

— ¿Porque preguntas? — respondió intrigado, apoyo sus codos sobre la mesa y se quedó en silencio esperando una respuesta. Sabía que Eiji quería decirle algo con esa pregunta.

Indomable ¦ Banana Fish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora