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—Ese viejo no existe -Le dijo viéndole fijamente a los ojos, el pequeño se alzó de hombros desinteresado por la información que le brindó, no le interesaba saber si Papá Noel existía, si le daban regalos estaba feliz y complacido.

—Me da igual -Tomando su leche ignoró aquella mirada fulminante de su hermano —para él seguía siendo un amigo y no un pariente tan cercano— el cual molesto vio a TaeHyung, el Omega les cuidaba ahora.

JungKook salió temprano con JiMin a hacer las últimas compras de navidad y con ello, los regalos de la lista de los menores de la casa y también; de los dos felinos. TaeHyung dijo querer quedarse porque quería comprobar si YeonJun se comportaba mal a su cuidado, sabía que los niños tienden a ser más melosos y llorones cuando sus padres están presentes.

—Termina el desayuno, Yeonnie, tenemos que limpiar la casa para esta noche -Le dijo divertido introduciendo una galletita de mantequilla a su café, la tacita tenía dos hielos y Beom ya relamía sus labios viendo el manjar de galletas frente a él, era una tentación prohibida.

—Papá limpia -Le escuchó decir y su carita fue tapada por la taza de cerámica blanca al beber lo último que le quedaba, Tae alzó una ceja sorprendido.

—Papá Kook está comprando cosas para la cena, así que nosotros limpiaremos la casa -Le dijo y Beom puchereó, imaginando ya el trabajo que le asignarían, no es que lo odiase pero la casa de su tío JiMin duplicaba el tamaño de la suya.

El mayor de los Jeon no le agradaba lo que escuchaba, nunca había limpiado.

—¿Qué vamos a hacer? -Inquirió ahora interesándose por sus tareas por el tiempo que llevaban allí ya se habían hartado bastante de la nieve y del frío, también de corretear por la casa del tío JiMin y se sentía cómodo con TaeHyung porque su aroma le transmitía mucha tranquilidad.

La noche anterior se despertó a eso de las cinco de la mañana, como la anterior vez sus luceros desbordaron gotas saladas pero se calmó nada más sentir unos brazos rodearle, el aroma que rondaba por la habitación era el de su papá, pero mezclado con el de TaeHyung y ese matiz a leche, el Omega le acomodó entre sus brazos y brindándole caricias le hizo dormir otra vez.

—Beomy se encarga de limpiar los cristales y quitar el polvo de las mesas bajas, yo paso el aspirador por todas las habitaciones y por el salón -Redactó y el menor de los tres rodó sus ojitos mosqueado- Así que a ti te toca recoger todo lo que te encuentres por el salón y de ayudarle a Beom -El último aludido se llenó de emoción al escuchar lo último, dirigiéndose ahora a Yeon le sonrió.

—¡Me pido las mesas! -Vociferó y TaeHyung negó con una sonrisa ante la primera reacción del cachorro.

—Las tazas -Avisó señalando la parte de la vajilla utilizada esa mañana y el pequeño asintió eufórico tomando su taza y la de Yeon, mientras que él se dirigió al cuarto donde se resguardaban los productos de limpieza.

Sacando el limpia cristales y un botecito marrón que era el indicado para las mesas de madera, les acompañó de dos trapos limpios. YeonJun fue el primer curioso que se acercó al castaño, retirando los cabellos revoltosos que se escapaban le vio elegir y tantear entre los botes y recipientes que yacían en las estanterías más altas.

Su cabello estaba realmente crecido, si antes le molestaba tenerle a la altura de los hombros ahora estaba por tomar unas tijeras y recortarse todo lo que pudiera, era horrible para el pequeño levantarse con el pelo semejante al de un león después de pelear, añadiendo a ello que JungKook no sabía tratarle con cuidado y daba tirones a la hora de desenredar el manojo de cabello.

—¿Quieres que te haga una coleta, Yeonnie? -Preguntó poniéndose de cuclillas frente al pálido, sus inocentes ojitos brillaron ante la idea, asintiendo efusivamente se dio media vuelta dándole la espalda, su largo y lacio cabello llegaba más abajo de los hombros por lo tanto entendía que se enredara con facilidad y más aún si acababa de despertar— ¿Kookie no peina tu cabello a diario? -Inquirió al infante, pasando sus largos falanges por entre los mechones para peinarlos le escuchó negar.

—No, no, papá no sabe, da tilones, duele, duele -Farfulló molesto, sus bracitos cruzándose por encima de su pechito, los recuerdos de los tantos intentos del Jeon mayor en dejar aquel manojo de pelo algo decente y presentable.

TaeHyung dejó salir una risilla suave, mientras daba unas cuantas vueltas a la goma entre l punta de sus dedos. Dando por finalizado su pequeño peinado se atrevió a abrazarle por la espalda, el cachorro ronroneó cual lobito mimado, dejándose hacer, cosa que jamás le permitiría a JungKook pero sí a TaeHyung.

—De ahora en adelante yo te peinaré...

—¿Todos los días? ¿Sin tilones?

—Sin tirones...

feeling blue | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora