14. Preámbulos

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La mañana se asomaba en la mansión Blight en el momento en que Amity supervisó que todos sus libros estuvieran en orden en su mochila. Observando que no le faltaba nada más la cerró lo más silenciosamente que pudo y ahogó un suspiro, esperando que la hora tan temprana la ayudará a pasar desapercibida. Sin perder un segundo más se colocó un suéter negro de su guardarropa y se colgó la mochila al hombro, además de cargar su bolso deportivo que había preparado con anterioridad la noche pasada.

La chica cruzó su habitación hasta que se detuvo a la altura de su espejo, viéndose fijamente en él por alguna razón. Sus ojos fueron directo a su cabello bicolor, mirando con asombro como el color café le llegaba hasta la mitad del pelo. Eso no era una sorpresa en sí mismo, se veía todos los días en su tocador, pero era un sentimiento raro considerando que ayer fue a la estética y jamás salía de ahí sin su tinte característico. Se mordió los labios pensando en su madre y en lo que diría al respecto, aunque no valía la pena considerar eso ahora. Lo hecho, hecho estaba, y no tenía sentido preocuparse ya de todas formas.

Dándose una última mirada caminó hasta su puerta y salió intentando hacer el menor ruido posible. Al asomarse no vio a nadie, así que aprovechó la oportunidad para correr teniendo especial cuidado de pasar despacio frente al cuarto de estudio de sus padres. También bajó las escaleras de puntillas, deteniéndose cada cierto tanto para ver si alguien venía, pero no, sus sospechas eran correctas, era demasiado temprano, aun para los empleados. Se aventuró a bajar un poco más rápido y sonrió al ver el recibidor principal y la sala despejada. Las cosas parecían ir bien, ya estaba cerca de la puerta, hasta que se asustó al escuchar una voz detrás de ella.

—Amity.

La alfa cerró los ojos sintiendo un escalofrío inundar todo su cuerpo. Sin embargo, lo disimuló a la perfección volteando a ver a su madre con una expresión seria, como si no pasara nada y no la hubiera detenido en el acto intentando irse sin su permiso. En respuesta la mujer solo la miró con una mezcla de severidad y curiosidad, para a los segundos sonreírle en un gesto que se esforzaba en ser maternal, pero que no lograba serlo. Amity sabía lo que eso significaba, así que se acercó hasta quedar a centímetros de ella y se inclinó. Cuando su madre la besó en la frente fue que se permitió alzar la cabeza.

—Buenos días, madre —saludó la alfa en un tono respetuoso, procurando que su lenguaje corporal fuera impecable—. ¿Amaneciste bien?

A pesar de la pregunta Odalia no contestó. Su mirada se volvió más rígida y Amity tragó saliva sintiendo como la mujer tomaba un mechón café de su cabello, viéndolo de forma despectiva. No se quedó ahí, pronto sintió muchas náuseas percibiendo algunas feromonas opresivas y enojadas en el ambiente, y eran tan malas que hizo un gran esfuerzo en quedarse de pie y en lograr mantener esa cara inexpresiva. Afortunadamente esa sensación se fue con la misma rapidez en que llegó, como si hubiera sido algo involuntario por parte de la mayor.

—Pensé que ayer fuiste a arreglarte el pelo. —Fue todo lo que dijo Odalia, antes de quitar su mano.

—Lo hice —afirmó la chica con rostro bajo—. Pero al llegar la estilista estaba ocupada y me dejó esperando. Solo dio tiempo para el corte porque el tinte tardaría demasiado, y papá me citó en el corporativo a una determinada hora.

Odalia la observó de reojo con una muestra de clara desconfianza, no obstante, se encogió de hombros y volvió a sonreírle con su tranquilidad usual, comenzando a caminar y haciéndole una señal para que la siguiera. Fuera de su vista Amity se permitió temblar y la obedeció, sabiendo que sería una mala idea no hacerlo. Al final había tenido razón en predecir esa emboscada por parte de su madre y no sabía si aquello la hacía sentir orgullosa o preocupada.

—Me comunicaré con la estética para poner una queja. —Odalia se giró levemente para verla con expectación, como si estuviera poniéndola a prueba y detectando si decía la verdad—. Ellos saben que somos unos clientes distinguidos.

Un evento inesperado [Lumity] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora