Un evento inesperado [Lumity] [Omegaverse]

6. Más sucesos inesperados

Luz estornudó con la nariz un poco roja e irritada debido al fuerte sanitizante de la zona de espera del hospital. Se preguntó si su repentina alergia se debía a la excesiva limpieza del lugar, Eda no era la persona más ordenada después de todo, pero lo descartó cuando vio a una empleada desinfectar el piso y el vidrio a su lado por quinta vez desde que había llegado. Consideró por un momento en moverse a un asiento más alejado, pero decidió no hacerlo; ella estaba frente a la secretaria y quería asegurarse de escuchar su nombre cuando la llamaran. Había esperado esta cita con el médico por mucho tiempo, no quería que pensaran que no fue.

La chica suspiró con cansancio. A estas alturas de seguro Eda ya había encontrado la nota que puso en el refrigerador diciendo que iría a ver al médico de Lilith. No había recibido alguna llamada, así que supuso que hablarían de eso al llegar a casa. Meditó por un momento si su madre estaría molesta y era normal cuestionárselo; la mujer estaba en contra de que fuera a esa cita diciendo que su hermana era egoísta por hacer una petición tan extraña, pero el pensamiento la abandonó rápidamente. Ella lo entendería. Además, sabía que su molestia venía de hacerle daño emocional, no porque realmente le afectara que le quitaran su apellido.

Intentó despejar su mente y sacó su celular para distraerse un poco. Lo primero que notó fue la hora. Su médico llevaba media hora de retraso y se preguntó si todos los doctores del sector privado eran así. Su clínica de gobierno era más confiable, pero ahí jamás le recetarían los supresores que necesitaba. Resignada, su dedo bajó por las notificaciones hasta que un nuevo mensaje entrante de Amity apareció.

Era una nota de buenos días, donde la alfa le deseaba buena suerte en la consulta y que por favor la llamara terminando para contarle los detalles. Luz se mordió los labios y le respondió un "claro" con una carita sonriente sacando la lengua. Asimismo suspiró, sintiéndose mal de repente. Sus ojos se detuvieron inevitablemente en una pareja sentada a unas pocas sillas de distancia, eran dos mujeres, una de ellas embarazada de varios meses por lo que se podía ver. Ambas lucían amorosas y Luz sintió envidia. Desearía la presencia de Amity en vez de apoyo a la distancia, aunque entendía porque eso no se podía.

Le surgieron ganas de vomitar y lamentó que sus molestias se hubieran intensificado en los últimos días. Eda le advirtió que sería complicado cargar un bebé con un alfa ausente y aunque la escuchó, realmente la subestimó. Era como si estuviera muriendo poco a poco, no sabía si por el embarazo o por la falta de atención de Amity, pero esperaba que el médico pudiera ayudarla.

—Oye, ¿estás bien? —Luz miró a la persona que le dirigió la palabra: un hombre a una silla de distancia. Por su olor parecía ser un omega preñado. Él le estaba sonriendo cálidamente—. No luces muy bien, ¿quieres que llame a una enfermera o que te diga dónde está el baño?

—Estoy bien —respondió Luz un poco avergonzada por lo transparente que era—. Algo ansiosa, pero pasará pronto.

—Entiendo a que te refieres —comentó el hombre con aire soñador—. Para estos casos deberías traer a tu pareja, realmente ayuda mucho. La mía tenía trabajo, pero no debería tardar en llegar. —Aunque la intención del hombre era darle un buen consejo, para Luz se sintió como una puñalada en el estómago—. ¡Oh!, disculpa, estoy suponiendo que estás embarazada, como estás en este departamento.

—Sí, lo estoy —admitió la chica con un ligero sonrojo en las mejillas. "Dios, tierra cómeme" pensó.

Afortunadamente la secretaria salió a su rescate. Antes de que el hombre pudiera decir algo más el nombre de Luz fue voceado y la omega se levantó rápidamente, casi tropezándose por chocar con el asiento y por lo reluciente del piso. Se despidió del hombre con un gesto tímido y las orejas rojas y caminó al escritorio.