Un evento inesperado [Lumity] [Omegaverse]

24. Eventos y déjà vu [final]

—¡Amity, saluda!

Al voltear Amity fue sorprendida por un flash que la dejó aturdida. Quiso llevarse una mano a los ojos para sobárselos, pero reconociendo que eso podría arruinar su maquillaje solo esperó a que su visión se normalizara. Una vez que lo hizo observó como Edric y Gus estaban revisando fijamente la cámara, el primero conteniendo una risa, prueba de que había salido rara, y el segundo muy feliz, como si hubiera tomado la mejor toma de todas.

—¡Es perfecto! —Gus la miró con ilusión, retrocediendo para volver a tomarle otra foto—. ¿Quién lo diría? Desde nuestro primer semestre en Hexside cubrí todos tus partidos en el equipo de rugby para el periódico escolar, ¡y ahora te estoy fotografiando en el día de tu boda! Nunca lo hubiera imaginado.

—Sí lo pones así suena vergonzoso —expresó Amity con un ligero sonrojo, llevándose un dedo a la mejilla para rascársela—. No tenías que hacerlo, pero gracias, Gus.

—No, por favor, es lo menos que puedo hacer por ti, una de mis mejores amigas.

La alfa hizo una expresión de sorpresa, aunque al poco tiempo le sonrió con gratitud, sintiendo como su corazón se apretaba ante ese comentario. Que Gus la considerara de esa manera siendo que hasta hace un año comenzaron a interactuar más seguido le llegaba muy profundo. Parecía que el chico lo notó porque le devolvió la sonrisa de forma radiante y se colgó la cámara al hombro para acercarse a abrazarla y felicitarla, diciéndole cosas como lo emocionado que se sentía por ella.

Estuvieron así un rato, charlando, hasta que con el paso de los minutos él se despidió, excusándose con que ahora iría a buscar a Luz al otro extremo de la finca para hacerle una sesión rápida de fotos. El beta salió ruidosamente de la habitación y una vez que hubo silencio Amity exhaló aire y regresó su vista al espejo, admirando su vestuario. Se acomodó un mechón rebelde detrás de su oreja y sonrió con satisfacción al verse. Después de horas de arreglarse por fin estaba lista. Esperaba que a Luz le gustara su aspecto tanto como a ella.

—¿No estás cansada? —preguntó Ed divertido, acercándose mientras colocaba sus manos sobre los hombros de su hermana—. Sé que tuviste la fiesta de graduación de Luz el fin de semana pasado y que papá te hizo trabajar mucho en estos días para recompensar hoy y lo que te tomarás de descanso.

—Pensé que lo estaría, sobre todo porque no pude dormir de la emoción, pero nunca me he sentido mejor —respondió Amity con sinceridad. Era verdad, lo que más sentía era una felicidad abrumadora en el pecho—. Aunque tal vez tengas razón, no prometo tener energías para mañana.

—¡Sí mañana viene lo bueno, es tu cumpleaños!

Amity rodó los ojos y soltó una risa sarcástica. No entendía por qué todos estaban haciendo de su cumpleaños una gran cosa. Quizá no lo era y los demás querían una excusa para hacer una fiesta larga y vieron ahí una oportunidad, motivo por el cual todos sin excepción, hasta Eda, insistieron en que la boda tenía que realizarse en esa fecha en específico. Amity no estaba tan segura, en especial porque Luz recién había terminado la universidad y quería celebrarlo llevándola a algún lugar primero, además de que su prometida se encontraba algo enferma en los últimos días, pero cuando ella compartió la opinión colectiva no le pudo decir que no.

Aun así, estaba muy feliz. Desde que le pidió matrimonio hace un año había esperado con muchas ansias esa fecha y finalmente había llegado. Le hubiera gustado que fuera antes, sin embargo, no era apropiado con su hija demandando mucho cuidado y más tarde con las responsabilidades universitarias de Luz. Ahora era una buena ocasión en todos los sentidos, tanto que se sentía nostálgica, como sí de alguna manera hubiera llegado al final de un largo viaje.

—¿Estás bien? —indagó Edric en tono burlón, aunque con un ligero toque de preocupación en su voz, tal vez al observar que su hermana se encontraba melancólica.