8. Problemas de una omega

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Nota: No sé si esta advertencia sea necesaria, pero procedan con precaución por posible contenido sensible.

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Luz siempre pensó que no había algo más impresionante que el centro de la ciudad con sus altos y lujosos edificios, pero se dio cuenta de lo equivocada que estaba cuando el taxi cruzó un puente para entrar a la dirección que Boscha le marcó. Su destino, la zona residencial más exclusiva de la metrópoli, estaba en una isla artificial entera situada justo al lado de la playa. Era increíble, como si las mismas Islas Hirvientes no fueran lo suficientemente buenas para albergar a las familias de la alta sociedad. La omega observó intrigada como todo a su vista se convertía en mansiones a donde quiera que volteara.

Acceder a esa zona no era algo complicado o prohibido, pero ciertamente la invitación de Boscha facilitó mucho las cosas. Ningún guardia de tránsito entretuvo demasiado tiempo al vehículo con preguntas de a dónde se dirigía. Eso sí, todos cuestionaron en su mente esa forma tan pobre de transporte, siendo que las personas que circulaban por esas vías iban en flamantes autos deportivos de alta gama. Nada de eso importó, porque nadie notó cuando el auto se detuvo a mitad de una calle.

En lo que Willow pagaba el taxi, Luz miró impresionada todo lo que la rodeaba. No sabía en qué concentrarse, si en las hermosas casas ahora que podía verlas de cerca, o en la multitud de gente que había fuera de la mansión de Boscha. La zona parecía un desfile de autos costosos con la enorme fila para entrar a la casa, y los empleados de aparcamiento se notaban ocupados y estresados desde lejos, así que Luz internamente se alegró de haber ido en taxi para no darles más trabajo, aunque no tenía auto.

—Listo, ese tipo quería cobrarnos el dinero del mundo al ver la zona, pero pude negociar. —Willow se acercó a su amiga suspirando—. No tengo idea de cómo vamos a regresar, no veo taxis y el precio...

—Debiste dejar que pagara yo —contestó Luz con algo de timidez. Aun así, en el fondo agradecía que Willow hubiera costeado el viaje. Fue notablemente más caro de lo que pensó y no sabía si traía tanto dinero. Quizá lo mejor hubiera sido pedirle a Eda que la llevara, pero ella definitivamente no le daría permiso de salir. Aunque su madre era muy liberal había tantas cosas que podían salir mal esa noche, además, una fiesta nocturna no era el ambiente idóneo para una omega embarazada.

—Podría haberle dicho a mis padres que nos trajeran, pero no creo que estén nada felices de saber que vine a casa de Boscha después de todo lo que me ha hecho. —Willow habló conflictuada, con una mezcla de enojo y tristeza—. Solo espero que no se den cuenta de que mentí sobre quedarme en tu casa.

—Yo le dije a Eda que me quedaría en casa de Gus para ver películas contigo y con él. —Luz se rio notablemente divertida. Sin embargo, poco después hizo una expresión pensativa—. No es del todo una mentira, terminando esto iremos a su casa, ¿no?, para sostener nuestras coartadas.

—Tienes suerte, puede Gus sea Gus, pero mis padres no me dejarían quedarme en su casa sin preocuparse. Llamarían aunque sea una vez para preguntar cómo va todo.

Luz asintió, pero no pudo responder ya que ambas fueron interrumpidas por una fuerte ráfaga de viento que las golpeó. La noche estaba inusualmente fría, pero la omega se alegraba de haber venido preparada. Trajo lo más abrigador y "cool" que encontró en su armario debido a que no sabía que llevar a ese tipo de fiestas. Era un conjunto que Amity elogió en una de sus citas y por fortuna su vestimenta no parecía desconectar mucho de lo que traían puesto los demás. Generalmente encajar nunca le importaba, ¿por qué hoy sí?, podría ser porque el día había sido muy extraño.

Pensar en Amity la deprimió. Luz se mostró nerviosa y con un dolor grande en el pecho. Después de ese momento incómodo en el salón de lectura solo había recibido un mensaje de ella diciendo que Boscha la tenía vigilada y que no podía mensajear mucho. Además, le advirtió que no fuera a la fiesta afirmando que después le explicaría la situación. Luz no le contestó y todavía se sentía culpable por eso, es solo que desde el momento en que recibió la invitación tomó una decisión.

Un evento inesperado [Lumity] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora