Al despertar, lo primero que sintió Boscha fue mucho dolor. Su cuerpo le afligía, desde la cabeza hasta la planta de sus pies. En un inicio no le importó demasiado, solo se giró buscando una posición más cómoda para seguir durmiendo, pero no dio resultados. Por alguna razón el dolor solo empeoró, tornándose más molesto y desagradable. Estuvo dando vueltas un rato hasta que finalmente se sentó en medio de su cama, resignada a que no podría volver a conciliar el sueño.
Molesta parpadeó varias veces intentando acostumbrarse a la luz que entraba por su ventana. Además, bostezó, notando con disgusto la resequedad de su cara, señal de que no se había puesto sus cremas para el cutis antes de acostarse. ¿Por qué olvidaría semejante tarea de gran importancia? Hizo un esfuerzo en recordar, pero su cerebro no quería colaborar demasiado. Se hallaba tan exhausta, como pocas veces en su vida.
Cuando se movió a la orilla de cama y miró su mesita de noche todo cobró sentido. Allí, justo al lado de la lámpara, de una forma tan vistosa que era gracioso, se encontraba el supresor que tomaba sin excepción todas las noches antes de dormir. Ante aquella imagen solo pudo sentirse conmocionada, casi petrificada, sintiendo como pequeñas gotas de sudor caían por su frente. No lo comprendió, pero los recuerdos de la noche anterior la golpearon de pronto abrumándola y dejándola sin palabras. En un principio pensó que esa posibilidad era algo producto de su imaginación, un mal sueño. Para su desgracia sí había sucedido y era bastante real.
Ante ese hecho no pudo evitar reírse. Ahora su dolor físico se sentía tan pequeño en contraste a su impotencia y enojo. Rememorar su discusión con Amity era volver a sentir esa humillación, esa misma ira extraña. Al igual que ayer tenía ganas de golpear algo, la diferencia era que en ese instante no se esforzó en contenerse. Pateó y tiró lo primero que vio: la mesa, sintiéndose mejor al instante, sobre todo al escuchar el sonido de cristales rotos y ver su supresor en el suelo, aunque después se miró asqueada de sí misma. ¿Qué era?, ¿un viejo borracho?, ¿algún enfermo sin educación que podría agredir a alguien solo por despecho? Ahora se sentía peor.
—Ah, maldición...
Se sentó de nuevo en la cama intentando tranquilizarse y miró sus pies con expresión un poco pérdida, preguntándose internamente la hora. La habitación no tenía un reloj ahora que lo notaba y tampoco tenía su celular para comprobarlo, ya que se había quedado en el cuarto de Amity para su mala suerte, pero había mucha luz, así que debía ser algo tarde, aunque no demasiado si nadie había venido a despertarla. Tal vez podía darse en lujo de volver a la cama incluso si el sueño no llegaba, aunque sabía que eso no era una opción. Pararse era lo correcto; todavía quedaba el desayuno, dos reuniones de negocios y el viaje de regreso a casa. Amity no iba a detenerla, jamás lo hizo, y esta vez no sería diferente.
Aún con el cuerpo pesado se levantó haciendo un esfuerzo por evitar los cristales rotos y se agachó para tomar la pastilla del piso. La sostuvo con cuidado, casi con miedo, y se regañó por ser descuidada y tirarla de esa manera, siendo que era el único supresor que trajo como una medida de precaución. ¿Qué iba a hacer si lo rompía?, su secreto mejor guardado se volvería de conocimiento público con tanta rapidez que sería aterrador. Toda una vida siendo cuidadosa para que un error arruinara las cosas en segundos, aunque el presente no difería mucho de eso.
Con desganas caminó hacia el baño y al plantarse frente al espejo contempló horrorizada sus enormes ojeras y sus ojos rojos producto de haber llorado toda la noche. A pesar de verse tan mal, lo ignoró mientras tomaba una botella que se encontraba en el lavabo y se llevó la pastilla a la boca, sintiendo náuseas al intentar tragársela y percibir el sabor desagradable. No duro demasiado afortunadamente. El gusto se fue al tomar un poco de agua, mas no podía decir lo mismo de las ganas de vomitar. Las contuvo con éxito, pero no sin dejar de sentirse miserable.
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Un evento inesperado [Lumity] [Omegaverse]
RomanceA pesar de mantener una relación secreta por algo más de un año, Amity y Luz están bastante bien. Con el cumpleaños de Amity y la nueva noticia que recibieron, quizá ya no tanto. »AU humano. »Obra principal terminada y extras en proceso. »También pu...