-T4- Capítulo 66 Día de mudanza

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🍁 Capítulo 66 «Día de
mudanza»

Abriendo la puerta de su casa, Julia saludó de manera breve a Hernán, quien llevaba un traje formal negro, con un semblante bastante arreglado, incluso sus ondas de su cabello estaban acomodadas y no alborotadas como siempre.
Aquella imagen a Julia aún le costaba asimilar.

¿Cuánto gel usó?

Julia solo suspiró.

—Supongo que ha pasado tiempo...

—Una semana es bastante para mi.–Hernán la miró por un momento.—Vine lo más rápido posible, aun con el  tiempo que me tomé para esto, por lo que no quise arreglarme de forma tan casual.

—¿Por qué me explicas eso?

—Tu mirada de curiosidad, es suficiente para darme cuenta.

Julia tosió brevemente y lo dejó pasar, cerrando después su puerta.

—Entonces, ¿no me piensas decir a dónde me llevarás?

—Tienes mucha curiosidad, ¿verdad?

Julia desvió su mirada.

—Solo espero que no sea lo pienso.

—¿Y qué piensas?

—Exagerarás...

Tras un breve silencio, Hernán habló con seguridad.

—Si te preocupas por el dinero, en realidad siempre tuve una cuenta bancaria, pero ese bastardo lo anuló, al igual que a mis padres ante nuestro supuesto fallecimiento. Pero, ya lo volví a recuperar.

Y pensar que alguna vez me sentí mal al verlo ser más pobre que yo ¡Actuaba tan natural!
Aunque no era mentira del todo...

—Yo también tengo dinero guardado, así que tal como quedamos. Yo asumiré la mitad de los gastos.

—No me importaría tomar el 80% de los gastos.

Julia arrugó su frente.

—Nunca pedí ser mantenido por ti.

Hernán sonrió confiado.

—Entonces tómalo que lo hago por el bebé. Aunque en realidad sabes que lo hago por ustedes.

En ese momento, Julia se sintió estafada.

—... ¡Estás haciendo trampa!

De manera repentina, Hernán palmeó su cabeza, riéndose un poco.

—Está bien, te haré caso. No debes alterarte.

No te creo.

Julia tomó su mano y lo apartó de su cabeza. Dando un suspiro largo. Cambió el ambiente de la conversación.

—Ayer le pedí a mi hermana y cuñado que me ayudaran en poner en cajas las cosas pequeñas, en realidad no creí que tendría tantas cosas por empaquetar.

También creí que era organizado, pero aún mantenía cosas inservibles que nunca volveré a utilizar, como ropa vieja...
Tendré que comprar más ropa holgada.

Dirigiendo su visión a las cajas apiladas y algunas bolsas llenas de objetos pequeños.
Hernán asintió al notarlo.

—Entonces yo me encargaré de los objetos grandes. Aunque ya contraté un servicio de mudanza que vendrá pronto. Ya no hagas ningún esfuerzo físico.

—¡Es cierto!, me había olvidado de eso... –Mirándolo de reojo, al notar su preocupación por lo último dicho, estiró hacia arriba y abajo sus brazos, al igual que sus piernas.—Estoy mejor ahora, mi condición física a mejorado. ¿Lo ves? Un poco de esfuerzo físico. Es bueno para la salud. Lo leí en una página web.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora