Ahora soy Juli@ |Finalizado|

-T5- Capítulo 98 Recuerdos inéditos (1/2)

🍀 Capítulo 98 «Recuerdos inéditos (1/2).»

¿Cuándo comenzó a desmoronarse una pacífica y feliz familia?
Todo empezó a causa de una extraña enfermedad.

María, la única hija de Arcadio. Tenía un temperamento fuerte, pero era una niña atenta y obediente con sus padres. Hasta el día en el que su madre comenzó a enfermarse y la atención de su padre, se centró cada vez más en la de su esposa. Ella también lo vio como algo normal por años, incluso siendo una adolescente, porque también quería ver a su madre sanar. Pero su madre nunca parecía mejorar, hasta el punto que los hospitales solo la devolvían a casa, para que ella tuviera una muerte más digna.

A la edad de dieciocho años, María comenzó también a caer en una fuerte depresión, ya que aunque Arcadio trataba de brindarle todo para que tuviera una vida normal y el de poder pasar más tiempo con ella, el resto del día solo paraba en su laboratorio. Obsesionado en buscar una cura para su esposa y lo que resta de su día libre, vendía parte de sus experimentos, para así llevar algo de plata a casa.
Pero María también quería ayudar en su hogar, así que dejó sus estudios para aliviar el problema de su padre y de esa manera ponerse a trabajar. Sin embargo, esto hizo que Arcadio se enojara con ella, por desechar sus esfuerzos por brindarle una mejor calidad de vida. Tal vez no pudo manejar sus emociones por todo lo que estaba pasando, pero esa mala comunicación. Fue lo que le costó que ella decidiera alejarse de su familia. Ya que creía que solo sería una carga más para su padre.

Esa tarde, ella dijo todo lo que quería decirle a su padre.

—Sé que mi madre es importante, y la quiero ver recuperada. Pero yo también soy tu familia, ni siquiera parecieras querer estar presente en mi vida, casi ni hablamos. Encerrado todo el día en tu laboratorio. Sin ninguna mejora de mi madre ¿Cuántos años más tenemos que esperar? Es mejor dejar ir a mi madre para que ya no sufra tanto, me duele verla así, me siento impotente por no poder hacer nada, ¡pero tú te empeñas en hacer algo imposible! Solo alargas su muerte.

—¡María! No digas eso, no es imposible. No podemos dejarla morir así, he avanzado en mi experimento, podré regenerar sus órganos dañados y vivirá más tiempo con nosotros. No me digas que no me importas, tú eres mi niña...

—¡No papá! Ya no soy una niña.
Y ya no soporto ver a mi familia derrumbarse de esta forma. Me estoy volviendo loca, así que me iré de esta casa. Tal vez te mande cartas para saber el estado de mi madre, pero ahora no, no quiero saber nada de ustedes, no por ahora. Me llamarás cobarde y mala hija por hacer esto, pero en verdad, ya no puedo soportarlo. –Contuvo sus lágrimas, para poder terminar de hablar.—Solo espero, que realmente lo logres. Y dile a mi madre que me perdone por dejarla, que la amo mucho, siempre lo haré.
Adiós... Papá.

—¡María, no te vayas!

Con la puerta siendo cerrada con fuerza, Arcadio fue abandonado por su propia hija, ese día de invierno. Y así pasaron cinco años, sin saber nada de ella, sin poder encontrarla. Siendo su experimento cada vez más cercano al éxito, pero no era lo mismo con la salud de su esposa, ella parecía ya no poder aguantar más. Llevando aquello a Arcadio, al borde de la desesperación. Sobre todo cuando su esposa le dijo algo que lo rompió por completo: «Si realmente me amas, déjame ir.»

No fue hasta ese verano, que un día su hija llamó a casa, ya que aún conservaba el teléfono de su antiguo hogar.
Tal vez aquello, le devolvió la felicidad a Arcadio. Ya que oyó la noticia de que María se había casado con un hombre amable, que le brindó la felicidad y la estabilidad que ella quería en su vida. Su hija, se escuchaba feliz después de mucho tiempo. Por fin estaba dispuesta a volver y arreglar las cosas del pasado.
Aunque ella realidad, ella nunca los había olvidado, solo que tenía miedo de regresar, después de haberlos abandonado de esa forma. Pero de aquello, Arcadio nunca la culpó.