-T3- Capítulo 56 ¿Quién eres?

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🍁 Capítulo 56 «¿Quién eres?»

Con todo el cuerpo recostado en el sofá, Julio miraba el techo de su sala mientras se daba un descanso, sosteniendo una pequeña lija en su mano izquierda. Su celular de pronto timbró de manera estridente, por lo que no dudó en contestar sin mirar el remitente.

—¿Si?

—¡Hermano! ¿Cómo has estado estos días? Lo siento por no ir a visitarte, mi familia me exigió ponerle más atención a mis estudios, que estar trabajando sin necesidad...

El cuerpo de Julio se relajó de inmediato al reconocer su voz.

—Mai no te presiones, pero por lo menos quédate hasta que alguien pueda reemplazarte. Lo prometiste.–Suspiró.—¿Va bien el negocio?

—Sí, les costó un poco adaptarse. Pero los nuevos empleados son dinámicos y eficientes. Aunque Fátima te sigue extrañando.

A decir verdad, yo también extraño a Fátima y Sara...

—¿Y Sara?

—Muy bien como siempre.

—¿Solo eso?—Su tono de voz sonó a amenaza.

Maicol contestó de inmediato.

—¡Bueno!, nos hemos hecho más cercanos.

—Eso espero...

El ambiente se tornó incómodo, por lo que Julio cambió de tema de inmediato.

—Ya pronto las llamaré. Los últimos días me he sentido muy cansado, creo que es porque aproveché mi tiempo libre para ordenar y cambiar algunas cosas viejas de aquí. En general estoy bien, solo me siento algo aburrido...

—Ya veo, sobre aquel anciano. ¿Cumplió su trato?

—En una semana iré a su laboratorio. He esperado por mucho tiempo, creí que nunca llegaría el día en que sería libre de esta maldición.

—Querido hermano, también serás libre de ese idiota, ¿no te sigue acosando, verdad?

Julio pausó por un momento su voz pensativo y habló poco después.

—Se puede decir que ni lo he visto, ni me a llamado por una semana.

La voz de Maicol se tornó animada.

—¿Enserio?

—Sí, parece que se desvaneció.
Supongo que también tenía pendiente muchas cosas. La verdad, sé poco de su vida privada.

—¡Felicidades hermano!, por fin serás completamente libre ¡En cuerpo y alma!

—¿No estás exagerando? Pero, supongo....

Aunque lo dudo conociéndolo.

—Luego te llamo, tengo salir hoy por algo pendiente y luego ir al trabajo.
¡Suerte hermano!

—¡Gracias Mai!

La llamada se cortó en un tintineo y poco después de meditar, Julio miró con curiosidad la sección de llamadas y luego de mensajes en su celular.

Arrugando su entrecejo, Julio no pudo evitar sentir que algo no iba bien con Hernán.

—En realidad, es bastante raro que no me haya llamado ni mensajeado ¿Se fue a un lugar donde no hay señal?–Julio bajo con su dedo el registro de llamadas y se detuvo a la mitad.—¿Para qué lo voy a llamar?, ni siquiera ahora trabajamos juntos. Y la verdad necesito recuperar la pequeñísima dignidad que se me esfumó ese día.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora