🍁Capítulo 62 «Un golpe certero»—¡¿Qué me acabas de decir?!
La repentina noticia del secuestro de su hermana, hizo que Maicol golpeara con fuerza la mesa que tiene dentro de su cuarto. Es una fortuna que aquel que le dio esa noticia, no estuviera frente suyo.
—Lo sé, es totalmente nuestra culpa, pero no se alarme. Vamos por ella ahora mismo. Tenemos como ventaja el rastreador que tiene su secuestrador en la ropa robada.
Maicol estaba más que enojado. No podía creer que realmente le haya sucedido algo así a Julia.
—¡Apúrense! Si mi hermana acaba lastimada, ¡ustedes también serán los que se irán a la cárcel!
El mayor respondió de forma nerviosa, pero inmediata.
—Tomaremos totalmente la responsabilidad. Cumpliremos nuestra promesa.
Maicol suspiró varias veces y habló en un tono decidido.
—Yo también iré, mándame la dirección de a donde van.
—Pero, no será seguro.
El último cúmulo de paciencia casi desaparece en Maicol al oír su respuesta.
—¿Qué? ¿Me estás cuestionando luego del desastre que acaban de causar?
—¡Está bien! Lo haré ahora mismo.
De forma inmediata, Maicol salió de su casa y utilizó su propia moto para ir en dirección de la pista principal. Mientras esperaba que le enviaran la dirección exacta en su celular.
Estacionado en una esquina, no pudo evitar soltar su frustración.
—Estoy casi seguro que esto está relacionado con lo que iba hacer Hernán. Por eso me pidió que la protegiera. ¡Por qué mi hermana...! ¿Hermana? Pero, a estas horas debería tener su cuerpo masculino. Debe ser que esté esos días incómodos...
¡Eso no importa ahora!De forma repentina su celular sonó dentro de su bolsillo, al sacarlo se dió cuenta que era una llamada entrante de Meri. Casi nunca lo llamaba, era demasiado repentino recibir una llamada suya.
Antes que pudiera decir «Hola», fue Meri quien habló primero, casi rompiendo su tímpano por la fuerza de su voz.
—¡¿Maicol, tú sabes donde está Julia?!
Tratando de procesar lo escuchado, temeroso respondió.
—¿Por qué lo dices Meri?
—Acabo de ir a su casa y no había nadie, eso es imposible, ya que ella no salía de casa. Incluso no me contesta su celular.
—Ah, yo...–Pasó saliva.
—Maicol, ¡pobre que me estés ocultando algo!
Maicol no podía subestimar el sexto sentido de Meri, por lo que se puso aún más nervioso en decirle lo que realmente ocurría y cómo reaccionaría después.
—Claro que no.
—¡Te noto nervioso! Nuestra hermana no puede estar en peligro en su condición.
Al oír esto último, la voz de Maicol se tornó seria.
—¿Qué? ¿Qué condición?
—Ah..
—¡Ahora la nerviosa eres tú!
—¡¿Entonces si ocurre algo, verdad?!
—Meri, primero dime tú si le ocurre algo a Julia.
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Ahora soy Juli@ |Finalizado|
Humor«Cómo podría imaginar que el desastre y el giro total de mi normal vida, comenzaría con el día más feliz de mi vida.» Julio tiene la mejor vida para un hombre de su edad. Consiguió un trabajo decente y además está apunto de casarse con la mujer que...