🍁 Capítulo 80 «Malentendidos»
En tan solo dos días, Hernán escogió personalmente a otro jefe del área que laboraba Julia. Un hombre mayor confiable, eficiente y amable, en simples palabras, perfecto para el puesto. El ambiente cambió drásticamente con la noticia. Y aún más importante, Julia por fin había conseguido que sus compañeras de trabajo confiaran en ella en poco tiempo de su llegada.
La joven mujer que fue agraviada en aquel incidente, repentinamente se acercó al escritorio de Julia.
—¿Tienes tiempo libre, ahora?
Queremos ir a llevarte a almorzar. Todas las chicas iremos juntas.
A pesar de que era de su agrado comer juntas, Julia no quería que crean que había hecho una acción tan grande que mereciera una gran recompensa. Ya que su accionar fue puro sentido común y era parte de su personalidad el ayudar. Razón por la cual en el pasado, se metió en muchos problemas.
Julia sonrió de forma nerviosa.
—No quiero abusar de su amabilidad, yo compraré mi propia comida esta vez.
Solo hice lo correcto, no es necesario una recompensa más.
—Prometimos invitarte a comer por lo menos una semana y a penas van dos días –su voz se tornó suplicante.
El rostro de Julia se mostró sorprendida. Ya que ahora le sería casi imposible rechazarla.
Pero reaccionó de inmediato.
—Con solo hacerme compañía, ¡estaré más que feliz!
La amiga de la mujer joven, también intervino con una gran sonrisa.
—No, has hecho tanto por nosotras, esto no es nada.
Espera.
Rápido, piensa en las palabras correctas.
—Realmente no hice demasiado, de igual forma fue el CEO quien tomó medidas rápidas a penas se enteró de su situación. Él es alguien que se preocupa por la gente de su corporación. Él y su secretaria tienen todo el crédito.
—Pero tú aceleraste las cosas antes que alguien salga dañada.
Tuviste mucho valor y nos diste valor para denunciarlo.
Por eso estamos agradecidas contigo. Al CEO también le agradecimos personalmente
Además estás embarazada, tienes que alimentarte bien.
Julia suspiró con una leve sonrisa.
—No puedo exagerar, mi barriga se hará más pesada –bromeó.
La joven mujer le contestó de inmediato.
—No te preocupes, te diremos todo sobre lo que necesites saber para tu cuidado.
La mujer mayor intervino.
—Hagamos esto, este será el último día que pagaremos tu almuerzo.
Viendo que sus otras dos más compañeras de trabajo estaban entusiasmadas, Julia al final se rindió.
—Sí es así... Está bien.
La mujer mayor aplaudió contenta.
—Eso es excelente, vamos separar una mesa grande. Iré adelantándome. Julia solo ven despacio con las demás chicas.
—Sí, gracias. –Asintió, dejándose llevar por la situación.
En la oficina del CEO. Los ojos de Laura se mantenía fijo en Hernán. Como si hubiera encontrado el momento perfecto para molestarlo. Ya que era su hora de descanso.
—¿No vas a comer también?
¿Quieres que te acompañe?
Sé que quieres ver a tu interés romántico más de cerca sin ser tan obvio.
Aunque es más extraño que el CEO vaya a comer en el comedor con los demás empleados, y no coma en su oficina o en otro lugar. –Su sonrisa se formó maliciosa.—Así que en realidad sí será obvio para ella.
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Ahora soy Juli@ |Finalizado|
Humor«Cómo podría imaginar que el desastre y el giro total de mi normal vida, comenzaría con el día más feliz de mi vida.» Julio tiene la mejor vida para un hombre de su edad. Consiguió un trabajo decente y además está apunto de casarse con la mujer que...
