🍀Capítulo final «Un sueño hecho realidad.»
A lo largo del tiempo tanto Hernán como Julio han coincidido en muchas cosas cotidianas, pero nunca imaginarían que lo harían con algo importante. Ese día ambos acordaron en ir a un lugar bonito para una salida de aniversario, dejando a sus hijos al cuidado de sus abuelos. Pero lo que se supone sería una especial pedida de mano para Hernán, de hecho Julio también mostró la misma intención ese mismo día. Siendo ambos anillos mostrados al mismo tiempo.
En ese instante en verdad fue una verdadera sorpresa para ellos, que se quedaron congelados con el anillo expuesto en sus manos. Por lo que segundos después solo sus risas se combinaron por aquella extraña pedida mano, siendo obvio que ni siquiera necesitaban una respuesta para confirmar el deseo de casarse de ambos.
Para Lena, enterarse sobre la boda de su hermano, fue algo que la hizo sentir feliz de nuevo, ya que por fin Julio había superado completamente su miedo a un futuro matrimonio, después de una larga convivencia con Hernán. Así que personalmente fue ella quien arregló a su hermano, siendo el traje que usaría Julio, un hermoso terno blanco con encajes sutiles que embellecían su conjunto. Incluso después de tanto tiempo, de hecho Julio se había vuelto un poco más atractivo. Ya que no solo su forma de vestir había mejorado, sino que él era el tipo de persona que los años le sentaban bastante bien.
En el día de la ceremonia, absolutamente todos los conocidos y familia de ambos fueron. Tal vez muchos de ellos aún no se conocían bien, por lo que ese día lo hicieron de mejor manera. Además de que el centro de atención eran ambos hermanos, era una combinación armoniosa y bonita verlos juntos. Por lo que Gabriel se adaptó muy rápido a su nueva vida, además de ser extrañamente el reflejo de Julio en su niñez. Era evidente que Lena y Maicol le tomaran también mucho cariño a su nuevo sobrino. Ni que decir de sus abuelos, que ni por un instante lo trataron diferente solo por no ser un hijo biológico.
Justo antes de su ceremonia, Emilio se acercó personalmente a su hermano para decirle algunas palabras. Ni siquiera ahora se podía intimidar de su hermano mayor, ya que ahora él era un adolescente tan alto como Hernán.
—Hermano, por favor cuida de mi cuñado y mis sobrinos.
—Emilio, ¿cómo me puedes pedir algo obvio?
—Simplemente quise decirlo. Oh tal vez, hago algo más emocionante. Y digo... ¡Detengan esta boda!
A Hernán no le hizo nada de gracia su broma, por lo que le contestó de inmediato.
—Tú has cambiado tanto, ¿dónde está mi pequeño hermano serio y tímido?
—Por supuesto que he cambiado y ya casi igualaré tu tamaño. Además recuerda que tú también fuiste alguna vez tímido y cambiaste cuando fuiste mayor, me lo dijo nuestra madre. Está en nuestra genética.
—Este niño.., ni siquiera eres mayor. La pubertad te está haciendo efecto.
Emilio solo se rio un poco.
—Ya no soy un niño. Me ofendes. Pero...
Felicidades por tu futura boda, me alegra de que mi hermano haya formado una familia tan armoniosa.Hernán sonrió ante sus palabras, acariciando su cabeza como un niño pequeño.
—Así que también puedes decir cosas bonitas, hermanito.
—¡Ey, mi cabello!
—Tengo una boda pendiente, tengo que irme ahora.
En medio del ajetreado momento, la ceremonia por fin empezó con la entrada de Julio siendo acompañado por su abuelo. Hernán no puedo evitar estar emocionado y nostálgico en ese momento. Ni siquiera en sus anteriores dos vidas tuvo la dicha de casarse de esta manera con Julio, menos en pasar los treinta años de edad junto a él.
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Ahora soy Juli@ |Finalizado|
Humor«Cómo podría imaginar que el desastre y el giro total de mi normal vida, comenzaría con el día más feliz de mi vida.» Julio tiene la mejor vida para un hombre de su edad. Consiguió un trabajo decente y además está apunto de casarse con la mujer que...