-T3- Capítulo 50 Todo terminará, tal como comenzó

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🍁Capítulo 50 «Todo terminará, tal como comenzó»

Una tarde del domingo, Julia tocaba la desgastada puerta con un rostro entusiasmado. El anciano científico abrió la puerta sin dudarlo, provocando que algunas palomas salieran volando por el sonido nada agradable que emitía al ser abierto.

—¡Anciano! Estoy aquí tal como me dijiste. Vamos, déjame ver.– Julia asomó su cabeza por la abertura de la puerta.

—Tan apresurada como siempre. Pasa, me emocioné un poco y te mandé ese mensaje ¡Y viniste en el momento exacto!

Mirando alrededor de su laboratorio, Julia notó una máquina similar al que le causó la desgracia de su transformación.

—Eso..., ¿es eso?–Señaló dudosa.

—Es lo único nuevo que encontrarás, no es difícil adivinar. Me tomó mucho tiempo en armarlo, pero mira que este anciano lo hizo bastante rápido sin ayuda.–El científico la miró de reojo para que lo halagara.

Julia también lo miró de reojo y asintió con la cabeza.

—¡Muy genial, este anciano se esforzó mucho! Le agradezco.–Aplaudió.

—Bueno, peor es nada.–Se adelantó en ir hacia su máquina

—Perdón por no ser tan entusiasta en elogiarlo... Pero no tengo luces artificiales para celebrarlo... –murmuró.

—Deja de murmurar, que este anciano tiene buen oído, ven rápido.

Luego de varias explicaciones, Julia sólo entendió una cosa, que tres semanas para ser terminado ese proyecto, no era nada luego de adquirir experiencia en paciencia.

—El próximo mes sin falta, se acabará todo.–Suspiró.—Yo que me había acostumbrado a verte ser tan expresiva, al desesperarte con cada pequeño problema.

—Bueno, lo que más temía era que yo compre un cajón para usted. Pero ahora estoy aliviado de que todo fue mejor de lo que creí.

El anciano la miró fijamente entrecerrando sus ojos y suspiró de forma amarga.

—Te dije que salud me sobraba, joven desconfiada.

Tal vez sólo fue curiosidad del momento, pero Julia tenía mucha curiosidad de la identidad de aquel anciano, vivía solo y tal vez tuvo o tiene una familia. Pero hasta ahora, ni siquiera sabía su nombre. Lo único que sabía era su apellido completo, que era utilizado por ella como segunda identidad.

—Por cierto, lo conozco por tanto tiempo, pero sólo lo llamo "anciano". Si tiene apellido, también tiene nombre... –mencionó con sarcasmo.

—Ah, eso..., hace tanto que no hablaba con alguien cercano, que ni tenía interés de escuchar mi nombre. Tengo tantos sobrenombres en la comunidad científica, pero por supuesto que tengo un nombre. Sin embargo, ¿debería apaciguar esa curiosidad tuya?–Moduló una sonrisa sarcástica.

—En realidad, si no quieres decirme, no me importa.

—Si tanto me ruegas.– Julia puso una mueca de desagrado al oír esto.— Mi nombre es Arcadio.
Arcadio Forest Benson.
Tu apellido no tiene ni una pizca de elegancia, debes estar orgullosa de usar el mío.

—Mi apellido real tiene mis orígenes bien marcados, la de usted parece sacado de una novela de narcotraficantes.

—La envidia se desborda de tu boca. Julio Ruiz Clemente.

Julia mostró sorpresa al notar que aquel senil anciano, tenía demasiada buena memoria.

—Mi apellido es símbolo del aprecio por mi madre del orfanato que me cuidó.–Julia juntó sus manos.—Que en paz descanse.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora