-T2- Capítulo 42 Apuesta en marcha

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🍁Capítulo 42 «Apuesta en marcha»

El acuario tiene una extensión larga, clasificadas por tipos animales marinos. Primero pasaron por donde peces pequeños nadaban. Unos sencillos y otros majestuosos por su elegante figura. El agua era tan clara, que se podía ver un poco a través de los vidrios hacia el otro extremo.

Al lado izquierdo estaba Hernán y Julio, del extremo derecho el trío de amigos que sólo trataban de disimular que los vigilaban.

Caín murmuró a Vradli de repente.

—A pasado una hora, y sólo han visto peces ¿No está todo normal aquí?

Vradli le respondió sereno.

—La paciencia, es algo que desconoces.

Anderson suspiró.

—Caín, ya llegamos lejos. Tenemos una apuesta de amigos. No hay marcha atrás.

—Mi sueldo, mi preciado sueldo...–Su rostro se mostró decidido.—Pero, ¡yo confío en Hernán!

—Oí que ganan bien, puedo comprar tantas cosas con ese dinero.–Sonrió Vradli satisfecho.

—¡Oye! ¿Quién dijo que ganarás? ¡Verás que Her-...

La boca de Caín fue tapada por Anderson

—Cabeza de pulpo podrido, si gritas su nombre nos descubrirá.
De hecho si sólo gritas, lo hará.

—Ya quítate, tu mano apesta.

—Apesta tu cerebro...

Vradli suspiró cansado.

—Si se distraen, no terminaremos esta apuesta.

Manteniendo una mejor compostura, tanto Anderson y Caín hicieron las pases para ya no más distracción. De un momento a otro, sus visiones sólo se enfocaron en Hernán y Julio.

En ese instante Julio miraba fijamente un pez gordo y de escamas brillantes plateadas. Su boca pareciera salivar, en vez de enfocarse en su belleza.

—Si se le hace un fileteado, ¿me pregunto como sabrá?

Hernán viéndolo de reojo, rio brevemente.

—El pez sintió tus malas intenciones, cada vez lo veo alejarse más.

Julio solo bordeó una pequeña sonrisa, pero poco después su rostro mostró preocupación.

—Solo me queda una hora más, tengo que ser cuidadoso al estar en público.

—Lo tendré en cuenta.

—Mira ese pez alargado, si se le pone una peluca ondeada, se parecerá a ti.

Caín, quien oía la conversación atentamente, rio al oír esto conteniendo su gran risa de manera magistral.

Anderson le susurró alejándolo del lugar.

—Ni se te ocurra escapar un poco de aire de tu boca, trágate tu risa.

Hernán miró alrededor del acuario, encontrando al candidato perfecto de pez para ser comparado con Julio.

—Entonces, ese pez gato eres tú. Puede ser fácilmente aplastado por ese gran pez, incluso ser utilizado como merienda.

—Por lo menos estéticamente se ve mejor.

—Eso no sirve si lo comparamos con la realidad.

De su boca a Julio se le escapó un "puff" ante su palabras.

—Ahí vas con tu lado narcisista...

Cuando los tres amigos vieron cómo reían juntos de manera cercana, ignoraron el hecho, tanto Anderson y Caín, la imagen imaginada de ellos de "algo más que una simple amistad". Pero Vradli tiene buena memoria y era muy detallista en lo que veía.

Ahora soy Juli@  |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora