Ahora soy Juli@ |Finalizado|

-T4- Capítulo 72 ¿Qué es lo que piensas de mí?

🍁Capítulo 72 «¿Qué es lo que piensas de mí?»

¿Qué se puede hacer para que un mal hábito desaparezca en un día?

Es lo que se preguntó Julia cuando no solo la primera vez que durmieron juntos terminó por abrazar a Hernán, también la segunda y tercera vez.

Era muy obvio que quien estaba muy satisfecho y animado era Hernán, pero Julia solo quería golpear a su mal hábito.

—Hoy no voy a trabajar.

Sintiendo un dejá vù con esta frase, Julia está vez retrocedió con un rostro de susto y con más cuidado para no caer.

—¡No me abraces! –Formó un escudo en aspa con sus brazos.

Hernán dando un suspiro, se acercó hacia el lado en donde Julia estaba sentada.

—¿No estás muy a la defensiva hoy? Abrazar a alguien solo es una muestra de afecto.

Tu tipo de afecto es lo que me preocupa.

—No, ¡no te atrevas!

Al verse aprisionada, Julia trató de escapar debajo de él, pero Hernán esta vez retrocedió y rodeó su cuerpo entero al poner brazos y piernas fuera de cada esquina de su cuerpo, quedándose echada sin poder moverse.

Hernán sonrió al acercarse hacia su rostro.

—¿Qué cosas íntimas no hemos hecho antes? No tengas tanta vergüenza, como adultos es normal ser descarados.

Julia no tardó en responder algo alterada.

—¡Eso es porque tú me besaste la primera vez! Y después, ¡ni siquiera sabía lo que hacía!

Después de decir aquello, Julia sintió algo de pánico.

Sí lo sabía, mi yo consciente, sí lo sabía.
¡Pero no lo voy a admitir!

—Yo también estaba en el mismo estado, ¿puedo decir que solo nos dejamos llevar? Aunque... Todavía no he olvidado que me siento culpable. Y sé que aún no me perdonas.

Murmurando de forma avergonzada, Julia desvió la mirada de él.

—¿Por qué quieres recordar eso de repente?

—Solo quiero averiguar la razón por la que te avergüenzas tanto al acercarme a ti ¿Puedo elevar mis esperanzas?

Julia apretó sus labios, respondiendo de inmediato.

—Si dices cosas vergonzosas. ¡Es obvio que me avergonzaré!

—Antes solo me hubieras ignorado de forma fría. Pensar que ahora eres consciente de mis acciones, me hace realmente feliz.

—Saber que te gusto, ¡eso cambia las cosas! Yo solo creía que antes no ibas en serio...

—¿Y tú?

El rostro de Julia se notó sorprendida.

—¿Yo qué?

—¿Solo me ves como un amigo?

Aquella pregunta fue como un balde de agua fría para Julia, que después de un breve silencio, trató de responder con toda la sinceridad posible.

—Yo... No puedo verte como un amigo cuando sé que tienes otras intenciones de mí.
¡No te olvides de mis gustos! Ver a un hombre con otros ojos... No es como si pudiera cambiar tan rápido en unos cuantos meses. Además tú dices tales palabras viendo este actual cuerpo. –Su mirada se mostró seria.—¿Debo creer que eres sincero por completo?