•capitulo 18•

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-¿Un bebé?--preguntó Jeon sorprendido--¿Tienes un bebé y no me lo dijiste?.

-Iba a hacerlo solo se me pasó--dije--los únicos que saben aparte del señor Kim son Park y Hoseok, nadie más.

-No entiendo, ¿Por qué nadie más sabe?--preguntó cruzando sus brazos, colocando su cuerpo apoyado al escritorio.

-Yo comencé a trabajar con apenas unos meses de embarazo, creo que ya estabas aquí cuando me aceptaron--expliqué--como sea lo hice desde casa por lo que pudieran decir los empleados al ser tan joven, Hoseok iba a mi casa a explicarme todo y bla bla bla nos hicimos amigos, luego me presento a Jimin.

-Con razón Namjoon mantenía mandando correos, te enviaba la información a ti--asentí--¿Cuantos meses tiene?

-Cinco--contesté siendo invadida por los nervios.

Jeon tenía su ceño fruncido con su vista en el suelo digiriendo la información, luego sus ojos se clavaron en mi con su rostro serio, que cambió segundos después.

-De acuerdo--habló con una sonrisa de oreja a oreja--no me afecta, ¿De eso hablabas ese día, no?, ¿Cuando dije que debías dejarlo ir?.

-Si--dije--y el otro día cuando me citaste, cuando susurré de manera pésima el nombre de Jungwoo.

-Cuanto me gustaría comerme tus labios ahora mismo, pero es peligro--susurró cerca mío dando caricias en mi cintura--sigo pensando en la manera de vernos discretamente.

-¿En tu casa no podría ser?--pregunté haciendo que soltara una risita, confundiendome.

-Vaya, ¿Acaso quieres que estemos totalmente solos?--dijo divertido--a mí no me molestaría, en lo absoluto.

-Busco soluciones, quieto ahí con tus ideas locas Jeon--dije empujandolo levemente, haciendo que riera.

Dos meses después.

La lluvia arrasaba con todo a su paso, siendo un día muy helado. Iba de camino a casa pero Jungwoo comenzaba a llorar y desesperarse al haber estado caminando por horas, claro yo con él en brazos.

-Cariño ya casi llegamos--dije en un intento de calmarlo fracasado.

Un auto pitó como advertencia para que me corriera un poco, pero lo hizo demasiado tarde al ya haberme mojado del agua sucia que yacía en la carretera.

-¡Agh!, ¡Maldito imbécil!--grité enfadada hacia el carro.

-¿Necesitas ayuda?, ¿Chica extraña?--preguntó una voz detrás mía haciendo que me sobresaltara.

-¿Chico del parque?--pregunté--este
... ¿Min il-sung?.

-Recuerdas mi nombre--dijo notoriamente sorprendido--Hee ______, ven sígueme.

-¿Adónde vamos?--pregunté desconfiada.

-A mi casa, espera hasta que pase la lluvia o te dará un resfriado al igual que a tu bebé--dijo observandome neutro--claro, solo si tú quieres.

Comenzó a caminar tarareando una canción desconocida, entrecerre mis ojos y lo seguí guardando una distancia prudente. Llegamos a una casa blanca, bastante moderna de tres pisos.

-Entra--se corrió a un lado permitiendo mi paso.

-Gracias--sonreí y entré.

Era sorprendentemente espaciosa, seguro tenía una gran familia.

-Sientate en el sofá, te traeré una toalla y agua--dijo aún con su tono neutro.

Hice lo que me pidió, mi cabello estaba empapado al igual que mi ropa, menos mal había cubrido bien a Jungwoo antes de salir con una toalla de pañal.

One Night(Jungkook & ______)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora