Un beso es, una ventana para tocar el alma de una persona, es una manera de contacto tan intima que te lleva a experimentar sensaciones unicas, completamente diferentes en cada ser.
Los besos son inexplicables, mas cuando se dan con la persona correcta, son profundos y en muchas ocasiones Un mundo nace cuando dos se besan.Namwon Corea del Sur
Casa de la familia Im.
—¿Jeong... yeon ?... — preguntó con temor, aunque claramente. Era obvio que era ella y con torpeza la soltó. La nombrada al fin pudo levantarse y Nayeon se sentó sobre el borde de la cama mientras se tambaleaba de un lado a otro.
—¿Por ... por que hiciste eso?— preguntó la rubia con los ojos llorosos, no sabía que decir, ni como hablarle, no era capaz de verla directamente Y no entendía que estaba pasando.
— Yo, no... no ... — dijo con las palabras atropelladas y puso las manos sobre su cabeza. Todo le daba vueltas.
Posteriormente, Jeongyeon fue testigo de como el cuerpo de la menor caía desplomado a un costado, con la mitad de su cuerpo sobre el piso, pegándose con fuerza, en una posición difícil de describir.
—¡Nayeon! — gritó Jeongyeon y se agachó a tratar de moverla, cosa que fue inútil. La chica parecía prácticamente muerta.
Jeongyeon aun con las lágrimas inundando sus ojos, la levantó como pudo utilizando todas sus fuerzas existentes. Nayeon no era muy pesada pero aun así le costó unos minutos poder hacerlo con una sola mano.
—Nayeon, por favor despierta, me asustas — dijo la mayor y movió a la chica cuando ya se encontraba nuevamente sobre la cama, se acomodó y le sintió el pulso, el cual estaba perfectamente bien aunque su respiración era lenta, supo que no había nada que temer, solo era bastante obvio que Nayeon estaba que se caía de borracha.
Se alejó de la pelinegra y la miró con atención. Posteriormente Jeongyeon, tocó sus propios labios.No había sido su culpa, ella no había hecho nada mas que acercarse a olerla. No tenía la culpa de nada, pero aun así Jeongyeon se sentía bastante culpable por no moverse, por quedarse ahí. No conocía los motivos del beso, pero no entendía. Eran primas, no de sangre, pero lo eran. Sin contar que eran ambas mujeres y esa idea, no cabía en su cabeza, la perturbaba.
Llorar era algo que se le daba bastante bien en los últimos años. Y sin mas se soltó a llorar al pie de la cama tumbándose mientras veía a Nayeon. Jamas se había sentido tan desnuda y tocada. Se reprimió pues esa sensación tan reciente se volvió a revivir en su cabeza.
El Como los labios de Nayeon se movieron un instante sobre los suyos y como su cuerpo dejó de funcionar ante tal acto.
Esa misma corriente volvió a viajar hasta su vientre y la sintió nuevamente en cada parte se su ser. Jamás en toda su vida había sentido aquello, ya que ese fue su primer beso con una chica.Con la manga de su camisa se limpió los labios como si eso cambiara lo ocurrido, la sensación seguía ahí y aun podía sentirla, aun tenia el sabor a cereza con alcohol impregnado en su sistema. Estaba tan asustada, tan aterrada pues incluso tenia miedo de pensarlo y que de alguna manera alguien pudiese escuchar sus pensamientos pero es que... aunque tenía miedo, y se encontraba lastimada, adolorida y se sentía una total enferma, esa sensación antes experimentada
Era...
Era adictiva.
Después de varios minutos de tratar controlarse a si misma, se levantó.
Y dio otro vistazo a Nayeon quien seguía prácticamente empapada, Jeongyeon tuvo un debate mental en si debía cambiarle la ropa o no, no hacerlo implicaba que probablemente se enfermaría y hacerlo implicaba verla en su desnudez, era demasiado por un solo dia y no queria hacerlo, no se sentía con la confianza de hacer aquel acto y no, no era esa clase de persona.
Como pudo, la giró haciendo que quedara recostada de lado por si vomitaba no se ahogara con su propio vomito, y la cubrió con sus sabanas perfectamente para tratar de evitar que se resfriara.
Jeongyeon caminó lentamente hasta su cama y se recostó, pero la incomodidad y sus pensamientos no le permitieron estar en el mismo lugar que Nayeon.
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El color de tus ojos- 2yeon
FanfictionCuando por fin logró verla, verla de verdad, supo que algo sería diferente, supo que algo más fuerte de lo que ella podía explicar, ya estaba escrito. Una sonrisa. El poder de una mirada. Incluso... El color de sus ojos. -Historia larga