Capitulo 27

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Vivimos en una sociedad que promueve la competencia, ¿Quien es la más hermosa? ¿Quien es la mejor? Vemos imagenes de chicas guapas  todo el tiempo y nos compramos esa idea de perfección irrealista.  El compararse con los demás es un juego muy destructivo.
Cuando te aceptas tal y como eres, puedes aceptar a los demás tal y como son.

Mari boutique shop

Dos días después

Namwon corea del sur.

—Hola, hola —Las puertas de cristal se abrieron, dejando ver a una chica de ojos grandes y marrones.

—¡Jihyo!— gritó la japonesa menor, quien se encontraba detrás del mostrador. Corrió hasta el cuerpo contrario y le dio un fuerte abrazo. —Oye, ¿pero que no estabas en Seúl? —Preguntó la pelicorta extrañada mientras se separaba del abrazo.

—Si, vine de fin de semana y regresaré, solo quise venir a verte— dijo la chica, volviendo abrazar a su amiga.

—Bueno, ¡eso es genial!, hay que ir a cenar hoy en la noche y yo invito. —Dijo Momo, quien la miraba directamente a los ojos con una de sus mejores sonrisas. Le daba gusto ver a su mejor amiga.

— Claro, oye ¿Y Marina? —Preguntó echando un vistazo hacia la tienda.

—Salió, fue a la casa por unas cosas pero no creo que tarde demasiado —Sonrió, caminó en dirección a uno de los pequeños sillones que se encuentran dispersos por la tienda y tomó asiento, Jihyo la imitó.

— ¿Y qué pasó con Jeongyeon? ¿Ella está bien? — el tono que utilizó, pareció un poco extraño ante los ojos de la nipona. Su mirada pareció brillar de curiosidad. Cosa que no era normal en Jihyo pero igual decidió ignorarlo.

—Ella está bien, ya salió del hospital, no fue nada mas que un susto y un hueso roto —Dijo entusiasmada, recordando la cara de Jeongyeon.

—¿Trabajará aquí nuevamente? —Volvio a interrogar la menor.

—Si—dijo animadamente —Volverá la siguiente semana, y no sabes lo feliz que eso me hace. Estuve hablando con ella por teléfono todos estos días, incluso la quería llamar antes de que llegaras pero ya la había llamado en la mañana, por lo tanto creo que puede ser un poco excesivo —La japonesa sonrío.

—¿por que estás tan atenta con ella Momo? Incluso puedo ver que te brillan los ojos cuando la mencionas. —El tono que usó Jihyo fue serio. Se acomodó mejor en su lugar sin poder evitar fruncir el entrecejo.

—¿A que te refieres? — Momo se rascó la parte trasera de su nuca, incómoda.

—A todo esto —señaló con su dedo índice la cara de la contraria en forma circular. —No se conocen de tanto tiempo y parece que te importa demasiado.

—Es que es mi amiga Jihyo, yo y Jeongyeon somos amigas y me preocupo, ademas, acaba de tener un accidente. Es normal que esté así, quiero que ella esté bien —La nipona se removió en su asiento, y miró unos segundos el rostro ajeno. —No es nada particular —Agregó.

Jihyo no se creía ese cuento, pero simplemente asintió, aun estaba seria y mantenía su mandíbula apretada.

—¿No te molesta? — preguntó la de ojos grandes.

—¿Que cosa? —dijo Momo al no entender el cambio de tema.

— ¿Jeongyeon y el hecho de que es la nueva sensación de Namwon y los chicos de la universidad y en general?— contestó con una interrogante, haciendo ver que era lo mas obvio del mundo.

—Honestamente no — habló sincera. —¿pero a que te refieres con los chicos de la universidad? ¿Como lo sabes? Y tampoco sé por que tendría que molestarme eso.

El color de tus ojos- 2yeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora