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Desde el día de su coronación, la mayor de los Naismith había guardado rencor a los que vestían capas rojas, eran sinónimo de muerte y destrucción, lo tenía más que claro, al fin y al cabo habían sido ellos quienes habían acabado con su pueblo.
Allí estaban ellos, portando las capas de la muerte, con el tono rojo de la misma sangre y con aquellos medallones con una gran V en el centro, los miraban sin expresión alguna.
- Nunca habíamos visto a un clan sobrevivir a un ataque así - comentó una chica del grupo de cinco que se habían presentado.
- Que mal educada - hablo la segunda - permítanme presentarles - dijo señalando a uno de los chicos - El es Demitri, el es Alec - y así prosiguió señalandolos - él es Feliz, ella es Jane y yo soy Keane.
Por un momento su mente viajó a cuando su pueblo aún vivía, Keane era la hechicera, la portavoz del futuro, lo extraño era que para haber sabido que sucedería nunca aviso, solo desapareció horas antes de su coronación.
- Esto es una broma de muy mal gusto - hablo ella poniéndose al frente de todos - Keone, fuiste tu quien nos condenó.
- Gianne, pero mira que guapa estás - dijo tomándola de los brazos - ¿te han gustado las visiones y el regalo? - una sonrisa sádica apareció en el rostro de la traidora.
- Eres una maldita - gruño separándose de ella - has sido tú todo este tiempo.
- Antes de que digas algo mas deberias comenzar a replantearse quién es realmente el que condenó al pueblo - dijo mirando a Adara, pero las palabras iban dirigidas a ella - yo no los delate, simplemente me protegi, alguien que está mucho más cerca de ti es quien realmente acabó con tu pueblo, princesita, ¿ no es así Adara?.
Todas las miradas se centraron en ella,¿ de qué estaba hablando?.
- No hagas falsas acusaciones, Keane - advirtió la matriarca Naismith.
- En fin, veo que les han faltado dos - habló Jane mirando a los dos neófitos, comenzó a hacerle preguntas y al mismo tiempo a torturarlos con su don.
- Detente - interfiere Gianne cortando el don de Jane - les hemos ofrecido el perdón a cambio de que se rindieran.
- No pueden hacer eso - dijo Jane.
- Tal vez ellos no - volvió a hablar Gianne - pero yo si, puede que antes fuerais fuertes pero aquí solo vosotros sois indefensos.
Alec estaba a punto de atacar con su don pero fue detenido por Keane.
- No armemos un lío - le dijo ella sonriendo - son solo unos chicos.
- A Cayo y a Aro les agradará saber que ella sigue siendo humana - señaló a Bella - y que vosotros seguís vivos.
- Fue un placer verlos familia Naismith - terminó la Keane y se fueron dejando a una confundida Gianne en el camino, ¿ Quién los había traicionado ?.
- Vámonos - le dijo Serpens tomándola del brazos.
- Primero quiero hablar con Adara - le dijo - a solas.
Los demás se fueron quedando solo ella y Adara, podía sentir los nervios de la contraria.
- ¿A qué se refería Keane? - le soltó cuando quedaron completamente solas.
- No tienes que preocuparte por nada, Gianne - le dijo su madre intentando evadir su pregunta.
- Tu sabes a lo que se refería - le aseguro - claro que los sabes.
- No es algo que podamos hablar ahora, Gianne - hablo Adara - y mucho menos aquí.
- Tiene que ver contigo, ¿verdad?.
- Sí.
- Por eso te miraba a ti, ¿Qué hiciste Adara ?.
- Lo hablaremos cuando sea el momento.
- ¡Ahora es el momento! - grito - no sé qué fue lo que hiciste pero tienes que confiar en nosotros, somos tu familia.
- Confío en vosotros más que en mi misma, pero no me siento preparada para revelar algo que he intentado ocultar desde hace muchos años, no ahora.
Gianne se limitó a asentir e ir a casa, sabía que ella la seguía pues iban al mismo lugar, la casa Naismith.
- Vale, vivirá con nosotros y será algo así como un primo lejano que decidisteis cuidar por que sus padre murieron - escucho en cuanto atravesó la puerta a Serpens.
- Perfecto - dijo Eros - ahora eres un Naismith - le dijo Logan.
- Bienvenido a la familia - felicitó la mayor de los Naismith - Logan Naismith Bishop, no queda mal.
- ¿Cómo sabes mi apellido?- preguntó el chico.
- Yo lo se todo, ahora familia, no se ustedes pero yo tengo sueño.
- Rara - susurro Zachary.
- Óvulo mal formado.
- ¿Esto pasa siempre? - preguntó el nuevo integrante de la familia.
