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- Deja de moverte de una vez por todas - La riñeron Alice y Rosalie mientras intentaban guiarla y que no terminara de cara contra el suelo en algún momento

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- Deja de moverte de una vez por todas - La riñeron Alice y Rosalie mientras intentaban guiarla y que no terminara de cara contra el suelo en algún momento.

Las dos chicas junto a Thiara la habían abordado en su casa en la tarde, la hicieron vestirse con un hermoso vestido azul rey y unos zapatos de tacón plateado, Rosalie la peino y maquillo y Thiara vendo sus ojos.

Habían pensado en todos las hermanas Cullen, el camino por el que iban estaba cubierto por algo, impidiendo que la punta del tacón se quedara enterrada en la tierra húmeda de Forks.

- Es que siento que me caeré, estúpidas - bufo, no percibía nada a su alrededor, sólo las pisadas de ellas y el sonido de el de las ramas de los árboles mecerse con el viento, nada aparentemente fuera de lo normal.

- Para de quejarte Gianne- hablo Rosalie, sabía que se estaba riendo, su tono de voz la había delatado, toda esa situación le hacía gracia.

- No me estaría quejando si tuviese la menor idea de lo que está pasando- volvió a quejarse la rubia, mas solo recibe silencio, la había dejado sola quien sabe donde.

Se quitó la venda de los ojos, estaban en el bosque, cerca de la casa Cullen, en el claro que tanto le gustaba. Recorrió con la mirada todo el lugar, su mirada se detuvo en una mesa decorada con flores, Lisianthus para ser exactos, una de sus flores favoritas.

Sonrió cuando sintió la presencia de Edward detrás de ella, se nota que se estaba esforzando bastante.

- No pierdes el tiempo, ¿verdad? - se dio la vuelta, tuvo que alzar la mirada en cuanto notó la cercanía del chico, le dio un vistazo a lo que llevaba puesto y no pudo evitar morder su labio intentando ocultar la sonrisa que estuvo a punto de escaparse.

El sonrio de vuelta, mostrando la perfecta hilera de dientes blancuscos que muy pocas veces lucia, llevaba un smoking de color azul rey conjuntando con su vestido.

- El fin del mundo se acerca - ella retrocedió - acabas de sonreír, debes estar enfermo.

- Calla de una vez, Gianne - le dijo el cobrizo sonriendo aún más, después de tanto tiempo conociendo a la mayo de los Naismith sabía que cuando se encontraba nerviosa lo ocultaba con humor, y aquello le hizo feliz porque era él quien la ponía nerviosa.

No tardó en acercarse a ella y tomar su manos, sonaba cliché, pero ambas encajaban perfectamente, como desde un inicio lo hicieron. La guio a la mesa para que pudiera sentarse, corrió su silla y la ayudo, se estaba esforzando para que todo saliera bien.

- Dama, caballero- saludo Logan, estaba vestido con un uniforme de mesero, no pudo retener a carcajada en cuanto lo vio parado tan recto - hoy seré quien los atienda.

- Os lo habéis currado bastante - felicitó la rubia.

- Me prometió una consola - respondió simple el adolescente que inmediatamente recibió un golpe de parte del Cullen.

- Oye, cuidado con mi bebe - desde que Logan se había unido a la familia, Gianne lo trataba como si fuese su madre y él no se quejaba.

- Ya has escuchado a mi madre - el chico le saco la lengua al cobrizo y se fue corriendo.

- Tu hijo no me respeta - se quejó Edward.

- Pasa mucho tiempo con tus hermanos, no se que esperabas.




Veinte minutos después de que hubiesen iniciado una conversación trivial sobre nada en específico apareció de nuevo Logan con dos platos, miraba el suelo y mordía su lengua intentando no perder el equilibrio y derramar la comida que Esme les había preparado.

- Aquí tienen - dejó los platos y volvió a desaparecer en medio del bosque.

- Ahora se porque a Rosalie y Alice les gusta comer contigo - comento Edward probando la crema que les habían servido.

- A veces siento que se aprovechan de mi - bromeo - me gusta ver sus caras de felicidad cuando prueban algo que no han comido en siglos.

- Las quieres mucho - aseguró el, Gianne no tardó en asentir.

- Os quiero mucho a todos - una pequeña sonrisa se formó en sus rostros - sois como mi segunda familia.

- Y nosotros a ti, desde el momento en el que llegaste a nuestras vidas te volviste una pieza indispensable para nuestra familia, Anne.

El chico tomó sus manos y dejo un beso en éstas, el sabia que esas palabras eran mas que solo eso porque desde el momento en el que Gianne llegó a sus vidas todo se volvió más brillantes, para ellos, para el. 

²𝑨𝑹𝑬  /W.A.Y SAGA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora