º3º

614 63 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



La pequeña cajita reposaba en la mesa de centro del salón, Gianne y Serpens la observaban de manera insistente, ambos con diferentes teorías sobre la procedencia del pequeño objeto.

- No es nada - comentó Serpens terminando con el silencio que había inundado el lugar- de seguro solo es una broma de mal gusto.

- ¿Quién podría tener el escudo de mi familia ? - habló la rubia - desapareció en el momento en que la ciudad cayó.

- Puede ser solo una coincidencia - intentó tranquilizarla - no tienes de que preocuàrte, Gigi - se acercó a ella y así ricip sus brazos .

- Le dejaré de dar vueltas - suspiro - los llamare.

- Gianne - intento el chico llamar su atención - Gianne - la chica continuó andando hacia su habitación - ¡Gianne!.

- ¡¿Que?! - preguntó la chica de la misma forma, sus manos se movían rápidamente, estaba nerviosa y no podía ocultarlo.

- Tranquila - agregó - no los hagas verte de aquella manera - la rubia asintió.

Movía la pierna insistentemente mientras esperaba a que alguno de su familia cogiera la videollamada, tres tonos más tarde, en la pantalla apareció el rostro de Eros que mostraba una brillante sonrisa, estaba feliz de ver a su hija.

- ¡ Anne! - chillo, desde hacía semanas no la veía y la extrañaba mogollon - ¡Chicos!.

- Hola, Cupido -hablo la rubia, justo en ese momento llegaron sus hermanos y se pusieron a un lado del patriarca Naismith - hola, chicos.

- ¡Gigi! - se le había hecho costumbre a Arabella llamarla así en cuanto se enteró que en España la llamaban de aquella forma - ¿Como estas, rubia?.

- Tienes que decirnos cómo está la empresa - continuó Zach.

- Y hablarnos de Serpens -esta vez fue Coraline.

- Si siguen hablando, no podré decir nada - interrumpió la rubia antes de que continuaran hablando- ahora, respondiendo a todo, la empresa va viento en popa, Serpens está muy bien, ya quiero que lo conocéis, os va a encantar.

- No tengo la menor duda - comentó Arabella con una tonta sonrisa - ¿cuándo podremos ir?.

- Cuando queráis - anunció la chica - nuestras puertas están abiertas.

- Rosalie, Emmett y Jasper te extrañan muchísimo - dijo Zachary - al igual que Esme y Carlisle.

- Yo igual los extraño - después de unos segundos se atrevió a preguntar - ¿cómo está él ?.

-Suponemos que bien - respondió el chico Naismith- la chica Swan es un imán para los problemas, les traerá problemas y a nosotros también.

La chica suspiro y asintió, no estaba segura de lo que sentía en ese momento, pero sintió como si por algunos segundos su corazón se hubiese detenido.

-¡ Anne! - hablo Adara mientras abrazaba a Eros- ¿como estas, cariño?.

- De maravilla, Dará - contestó la rubia sonriéndole a su madre.

- Me alegro mucho, cariño- dijo la matriarca.

Hablaron de todo lo que hicieron en el tiempo en el que no se veían, habían pasado muchísimas cosas al parecer, como la persecución que tuvieron los Cullen y su familia a un rastreador.

- Tengo que haceros una pregunta - comenzó Gianne - ¿Habeis enviado algún regalo a mi oficina ?.

- No que yo sepa - contestó Eros - ¿ vosotros sabeis algo ? - preguntó a sus hermanos pero estos se negaron.

- ¿Por qué la pregunta ? - cuestiono Coraline.

- La caja tenía el sello de mi familia, lo raro es que nadie fuera de nosotros podría tenerlo.

- Lo sentimos cariño, no hemos sido nosotros.

- Está bien - sonrió para tranquilizar la mirada preocupada que su madre le dio - os hablo luego, iré a terminar unos archivos de un caso.

- Suerte, Anne - le dijo su padre.

-Adiós - se despidieron todos, una vez que colgó se dio cuenta de que había oscurecido.

Tomo una bata y salió al salón, el pasillo estaba a oscuras y todo se encontraba en silencio.

-Serpens - llamó a su amigo pero este no respondió - Bair- bufo - de seguro salio - lo ultimo lo dijo en voz baja.

En cuanto atravesó el salón un aire frío recorrió su cuerpo, la ventana estaba abierta.

Un grito sordo salió de su boca en cuanto se fijó en el cuerpo de Serpens tendido en el suelo, estaba doblado de manera inhumana y su cabeza se encontraba a un lado de este, sus manos temblaron y su cabeza comenzó a doler, era como si apretaran cada vez mas fuerte, sus rodillas flaquearon y cayó al suelo.

-¡Gianne! - gritó una voz frente a ella, se escuchaba lejana y no podía distinguir a la persona que se encontraba frente a ella - ¡ vamos rubia!.

La persona la movía violentamente intentando hacerla reaccionar, sus uñas se clavaban fuertemente en la palma de sus manos, la sangre brotaba de las heridas, sangre tan negra como la obsidiana.

- ¡Reacciona, Gianne! - continuaba insistiendo - ¡ Despierta !.

En cuanto su vista se aclaró se dio cuenta de que frente a ella, Serpens la miraba preocupado, sus manos alrededor de ella la sujetaba fuertemente, su ceño se frunció en cuanto sus ojos se encontraron con los de el, llevo sus manos a su rostro y lo acaricio, cada parte de e.

- E-estabas tendido en el suelo - su voz tembló - e-estabas muerto.

- Estoy aquí, Gigi - comentó el chico aferrándose a ella - siempre estaré aquí.

- No se que ha pasado - inhalo - salí de la habitación y estabas tendido allí.

- No es verdad, Gigi - aclaró Serpens - nada de eso es verdad, cariño.

- ¿Que esta pasandome ? - pregunto temerosa.

- No lo se, pero te aseguro que no volverá a pasar - la abrazo aun mas - nunca mas... 

²𝑨𝑹𝑬  /W.A.Y SAGA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora