º28º / part 1/

237 32 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No sabía en qué momento había perdido el control de la situación, sobre su cuerpo, sobre su conciencia o puede que si lo supiera, solo que lo ignoraba totalmente.

Podía sentir como el frío y el calor de sus labios se mezclaban en una lucha feroz por el control del beso, Edward atrapó su labio y lo mordió, no tan fuerte como para herirla pero si lo suficiente como para encender cada fibra de su cuerpo.

Después de cenar se dirigieron a su casa pues tendrían más intimidad que en la de los Cullen, Serpens estaba merodeando alrededor de la nueva integrante del clan Olímpico por lo que tendrían la casa sola por unas cuantas horas.

Todas las luces estaban apagadas, solo se guiaban por el resto de sus sentidos y la escasa luz de la luna para no tropezar y romper algo en el camino. el beso en ningún momento se detuvo, al contrario, el ritmo había aumentado, volviéndose más desesperado.

Las manos del cobrizo descendieron por sus caderas hasta posarse posesivamente en ellas, Gianne con apuro se deshizo de la cara chaqueta del traje de Edward y de la camisa blanca que había comenzado a estorbar, paso sus manos por su pecho hasta que fue detenida cuando su atención se centró en los besos que él dejaba en su cuello.

Edward de forma rápida bajo el cierre de su vestido dejándola en ropa interior frente a él. Aun con la poca luz que les acompañaba pudo distinguir como los ojos del chico la observaba con anhelo, estaba hambriento de nada más que no fuera ella.

Un gemido se escapó de su boca cuando el Cullen atacó desesperadamente sus labios nuevamente, podría decir que escuchaba a su cuerpo gritar por el tacto de Edward.

Los besos descendieron hasta su cuello y de allí a su clavícula derecha causando que se estremeciera con más violencia, la sesión de besos continuó hasta detenerse en su pelvis.

La observo por unos segundos, viendo cada detalle de su rostro, de su boca semiabierta debido a la excitación. Con fiereza arrancó sus bragas, apretó sus muslos para después tirar de ella y acercarla más a él.

Retomo el tortuoso recorrido de besos por la parte interna de sus muslos, cada vez acercándose más a su parte íntima.

Un gemido salió de los labios del chico en el momento en que ella enredó sus dedos en su cabellera, sabía lo que le causaba y quería disfrutarla tanto como pudiera.

Su boca semiabierta y su pecho bajando y subiendo de manera frenética le instó a continuar, se acercó lentamente a sus labios vaginales y dejó un beso en estos sacando un chillido de sorpresa a la rubia.

Gianne y no sabía si gritar o llorar de placer, sentía como la lengua y los dientes de el cobrizo jugueteaban con su clítoris de manera insistente, no parecía dispuesto a soltar, succionaba y mordía tanto como a le apetecía. Su espalda se había arqueado ya varias veces debido a las descargas que recorrían su cuerpo cada tanto.

- Edward... - gimió ella con voz ahogada.

- Déjate llevar, Anne - susurró él con su voz ya ronca dándole ese toque seductor e hipnotizante que a Gianne simplemente le encantaba.

Gimoteo cuando Edward volvió al ataque, quería volver a escucharla decir su nombre de aquella manera, tan vulnerable y desesperada por más.

Era como la adrenalina, adictiva y apabullante, Gianne era una mezcla de ambos, siempre querías más.

Un fuerte espasmo la atacó sacándole un gemido tras otro avisando que estaba a punto de tener su primer orgasmo con él allí entre sus piernas.

- Maldición... - susurro ella con la respiración irregular, su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor.

La rubia se acercó deslizándose hacia el quien ya se encontraba de pie frente a ella, tomó el boton del pantalon y se lo quitó de forma lenta y tranquila permitiéndole que la observara realizar cada movimiento...

²𝑨𝑹𝑬  /W.A.Y SAGA/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora