HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]

🧡 EL PARAÍSO EN NUESTROS CUERPOS 💙

~ Me perdí en tu ojos,
¿podrías quedarte un rato?
porque me estoy derritiendo.
En tus ojos, como la primera vez
que me atrapó el fuego,
solo quédate conmigo,
duerme conmigo ahora... ~

- Dormiremos aquí - Tamura le indica un lugar para que Yacchan pueda dejar sus cosas - parece que todo está tal como lo dejé...

El cobrizo observa maravillado. Es una habitación amplia y muy limpia. Por segunda vez, se cuestiona acerca de este punto, ya que en apariencia Tamura no es el tipo de persona que uno juzgaría como "ordenada". Lleva la camisa fuera del pantalón y ni siquiera utiliza la chompa reglamentaria del colegio, además tiene varias perforaciones en la oreja y su forma de hablar es brusca y malsonante. Lo mira de reojo, pensando que su novio es tan confuso que le deja más dudas que respuestas.

- Tu habitación es agradable - comenta, mientras curiosea entre los libros que están apilados en una repisa - ¿De qué trata este? - pregunta interesado. La portada tiene como imagen a una especie de arte abstracto y lleva de título Confesiones de una máscara. Aunque nunca le ha gustado leer, todo ese conjunto de elementos le llaman la atención.

- Sobre un hombre que descubre que le gustan los chicos y nunca puede ser feliz - se extiende en la cama, colocando ambos brazos detrás de la nuca - al final te das cuenta de que jamás querrías ser como él.

- ¿Po-por qué? - se sienta a su lado, aún con el libro en la mano.

- Porque le daba miedo aceptar lo que era y lo que los demás podrían decir de él...

- No es malo amar a otro chico... - murmura agobiado.

- Claro que no lo es, pero Japón era muy diferente hace 50 años... además es solo un libro, ¿por qué te pones triste? - lo toma del mentón y hace que levante el rostro para darle un beso.

- No estoy triste... estoy sorprendido de que sepas leer - lanza una suave carcajada que aturde al peliazul. No quiere decirle que él se siente un poco como el personaje del libro y que tiene miedo de perderlo o de ser infeliz por el resto de su vida.

- Eres muy malo, Kyousuke - aprieta sus mejillas hasta que el otro se calma y le pide que lo suelte.

- Siento que me has estirado la cara - se queja, sobándose con las palmas de las manos - no puedes negar que es bastante sorpresivo descubrir que tienes estos hábitos de chico inteligente...

- Supongo que a mi yo de antes le gustaban estas cosas... - se queda mirando el techo durante varios minutos - ¿Sabes? Eres la primera persona que traigo a mi casa...

- ¿No tenías amigos antes? Es demasiado difícil de creer...

- Sí, pero no esa clase de amigos que van a tu casa a hacer las tareas o que conocen a tus padres... Era más como una pandilla con la que sueles meterte en problemas y cosas así...

- ¿Entonces siempre has sido una especie de matón?

- Ahora que lo dices de esa manera... creo que sí... Pero lejos de ellos, esto es lo que soy realmente... Supongo que todos fingimos hasta cierto punto para sentirnos aceptados...

- ... - pasea la vista por la habitación, tratando de capturar cada pequeño detalle. No es muy difícil darse cuenta de que el verdadero Tamura es inteligente, maduro y bien educado, y que solo hace falta conocerlo para apreciar la maravillosa persona que es - sé que no soy el indicado para decir esto, pero no tienes que fingir conmigo... yo... quiero conocer al verdadero tú...

- Ya lo haces - se incorpora, apoyando parte de su peso en su brazo izquierdo, y lo besa con cariño - esa era mi intención desde el principio...

- Yui... a diferencia de ti, mi verdadero yo es egoísta y envidioso... no hay nada bueno que puedas apreciar de mí, ¿sabes?