~ Antes de que te vayas,
¿hubo algo que pudiera haber hecho
para que tu corazón latiera mejor?
Si tan solo hubiera sabido
que tenías una tormenta que superar...
Así que, antes de que te vayas,
¿hubo algo que podría haber dicho
para que todo dejara de doler?
Me mata cómo tu mente
puede hacerme sentir tan inútil ~- ¡LO DIJE PORQUE LO PIENSO! ¡SIEMPRE LO HE HECHO! - odia ser juzgado mientras el peliazul mantiene la calma. Odia tanto ser el único que termina arruinando todo. Las lágrimas comienzan a resbalar intensamente y su cuerpo se agita por la ira.
- Bien, eso ya no importa. Comenzaremos de nuevo las veces que sean necesarias hasta que esos pensamientos desparezcan de tu cabeza - trata de acercarse de nuevo, pero es en vano. El menor retrocede varios pasos.
- No pasará, date cuenta de una vez... - abre la puerta del club y pretende lanzarse hacia el exterior en un intento desesperado por alejarse de ahí.
Sin embargo, frente a él se encuentran Toono y Kashima bloqueando su paso. No quiere pensar que lo escucharon todo, aunque a esas alturas ya no le importa lo suficiente. Su cuerpo está paralizado por la cólera y por el miedo, porque el ambiente está tan pesado, que le da la sensación de estar oprimido por una fuerza invisible.
- Kyousuke, tienes que... - la voz demasiado suave del peliazul logra alterarlo otra vez.
- ¿Qué mierda quieres de mí? - el cobrizo se voltea para mirarlo, destilando el odio más profundo que hay en su ser.
- Todo - su respuesta es simple y está llena de sentimientos que nunca será capaz de expresar con palabras. Ya no importa que todas las personas de las que se ha estado ocultando se encuentren ahí, escuchando esa única palabra que resume sus más profundos y desesperados deseos.
Pero para Yaguchi no es suficiente, nunca lo será. Todos los chicos que los rodean parecen juzgarlo con sus miradas, incluso el rostro de su primo tiene una expresión de desconcierto que el cobrizo traduce como una especie de resignación, como si hubiera estado esperando a que eso sucediera de forma inevitable.
- ¡Ja! - ríe con amargura y desdén - ¿y pensaste que este era un cuento de hadas en donde tú y yo terminaríamos juntos para siempre? ¿Acaso no puedes ver lo que todos aquí saben perfectamente? - extiende el brazo para señalar a los chicos que los rodean, haciendo más visible la patética situación en la que se encuentran.
- Hablemos solos... - pide el mayor, manteniendo su expresión estoica, a pesar de que por dentro está muerto de miedo.
- Deja de ser tan imbécil - masculla el cobrizo - no pensé que las cosas se darían de esta manera, pero supongo que puedo aprovechar para terminar con... esto... - se asegura de hacer una mueca de asco cuando articula la última palabra - ... de una buena vez...
- Kyousuke, detente... - su voz se quiebra a penas, así que contiene la respiración.
- ¡NO! ¿Cuál es el punto de seguir fingiendo? - se aproxima al peliazul, su expresión luce desafiante en cada paso - ¿Tú y yo? - bufa, antes de soltar una risita sarcástica - debiste darte cuenta desde el principio que jamás iba a pasar...
- Sabes que te perdonaré sin importar lo que digas, ¿cierto? - sostiene su muñeca para que su índice deje de un hundirse en su pecho - solo tienes que calmarte...
- ¿Yo debo calmarme? - rompe el contacto, ya que su piel quema y esa embriagadora sensación lo confunde. Como siempre lo ha hecho - Te equivocas, Tamura-senpai. Al final de cuentas, este fue mi plan desde el principio... - pasa saliva, consciente de que está terminando con cada una de sus esperanzas - solo quería que me amaras para luego dejarte y... es exactamente lo que estoy haciendo...
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HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]
Fanfiction- ¿Qué mierda quieres de mí? - el cobrizo lo mira, destilando el odio más profundo que hay en su ser. - Todo - su respuesta es simple y, sin embargo, está llena de muchas cosas que no es capaz de decir con palabras. Quiere acercarse, pero sabe que...