HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]

|| 4

~ Necesito saber ahora,
¿puedes amarme de nuevo? ~

- ¿Entonces qué? ¿Hoy tampoco te sientes listo para hacerlo? - espeta, alejándose del cuerpo rígido que se encuentra debajo del suyo.

- No.

- ¿Y qué se supone que debo hacer al respecto?

- Nada.

- ¿Puedes decirme de una vez cuál es tu maldito problema? - sale de la cama y se queda parado, esperando una respuesta.

- No siento deseos de hacerlo. Perdón si te he decepcionado - Yacchan decide sentarse y estar a la defensiva ante cualquier movimiento extraño. Su novio le da miedo.

- ¿Decepción? ¿Crees que eso resume todo este tiempo a tu lado? ¡Maldita sea, Yacchan! - lo toma del brazo y tira de él para acercarlo a su rostro - Te he esperado más de lo que se podría esperar a una chica, ¿y solo se te ocurre decir eso? Tienes que estar bromeando...

- Me duele - se queja, tratando de alejarse, pero resulta imposible deshacerse de la fuerte presión que está ejerciendo en su muñeca - Tienes que soltarme...

- Debería tomarte ahora mismo, ¿sabes? - sin previo aviso, comienza a morder su cuello, produciéndole marcas instantáneas.

- No lo hagas... - pide, a punto de echarse a llorar - solo lograrás que te odie...

- ... - lo suelta y se sienta al borde de la cama, ocultando su rostro entre sus manos - estoy cansado, Yacchan, y no sé cómo arreglarlo...

- Está bien, es mi culpa... - intenta tranquilizarlo, dando pequeños toques en su espalda - será mejor que lo dejemos, no quiero que seas infeliz a mi lado.

- Dime la verdad - gira el rostro para observarlo detenidamente - Tú amas a alguien más, ¿no es cierto?

- ... - el cobrizo pasa saliva, no está preparado para contar esa parte de su historia que sólo les pertenece a él y a Tamura - no es así... yo solo estoy confundido con todo esto y no es justo que te arrastre conmigo...

- Intentemos una vez más, sé que algo puede cambiar...

- Pero...

- Me lo debes, Yacchan... - el silencio que se propicia después de esas palabras, es como la hoja de un cuchillo cortando su respiración - y tienes que esforzarte.

- Está bien.

***

Toca la puerta de Toono, necesita hablar con alguien, porque siente que ese fin de semana ha pasado como una eternidad intangible que ha consumido gran parte de sus emociones. Lo único que ha hecho es arrepentirse por haber aceptado el pedido tan absurdo de su todavía novio, sabe que debió haberse negado rotundamente, pero no pudo, ya había avanzado demasiado como para echarse atrás. La culpa es un peso que lo tiene agobiado la mayor parte del tiempo.

- Yacchan, ¿por qué estás aquí a estas horas? - Toono suelta un bostezo, mientras lo invita a entrar en su departamento.

- Quería preguntarte algo, pero no pensé que estuvieras dormido hasta tan tarde - se sienta en la mesa de la cocina y recibe el vaso de agua que le ofrece su amigo.

- Ayer Yuu y yo estuvimos avanzando con un trabajo de la universidad, por eso no pudimos dormir mucho... de todos modos, me sorprende que vengas a visitarme, ¿pasó algo malo?

- No exactamente... solo estoy tratando de terminar mi relación sin sentido y se está poniendo demasiado difícil...

- Ve y dícelo. Tú no amas a ese chico, no entiendo por qué todavía sigues con él.