- ¿Ahora qué quieres? - bufa frustrado y se cruza de brazos frente a él.
- Itsuki-senpai, esta vez no se trata de nosotros, lo siento - Hanase no está con los ánimos arriba como es su costumbre, sino que parece pensativo y preocupado.
- Eso no es algo para disculparse, pero bueno... ya que hoy no vas a molestar, mejor me voy antes de que te vuelvas loco otra vez - intenta pasar por su lado, pero el menor lo toma del brazo suavemente e impide que se aleje de él.
- Vine para llevarte a almorzar... hay algo que quiero hablar contigo... - susurra muy cerca a su oreja, dejando que su aliento cálido y mentolado se expanda hasta calentar todo su cuerpo.
- Si es sobre Tamu-Kun, entonces estás perdiendo el tiempo, porque ese no es tu maldito problema... - quiere alejarse de la intensa mirada del rubio, pero no puede, porque es más alto y más fuerte que él, con lo cual no se le hace para nada difícil tenerlo inmovilizado.
- ¿Todavía odias a Yacchan? ¿Después de tantos años? - la pregunta deja entrever cierto grado de sorpresa y confusión.
- ¡Tú, idiota acosador, déjame en paz de una vez! - sus mejillas están rojas, ya que se siente demasiado pequeño frente a Hanase, quien, a pesar de ser menor, parece mucho más maduro en ese instante.
- No, está bien... - relaja el agarre de su brazo sin soltarlo del todo - en realidad, eso es lo que me gusta tanto de ti... eres un bonito tsundere... - pellizca una de sus mejillas e intenta dejar un casto beso que Shikatani esquiva, echando el cuerpo hacia atrás.
- Te he dicho muchas veces que odio cuando te acercas tanto... - a pesar de que sus palabras suenan duras, los ojos del pelinegro tienen un inusitado brillo que Hanase no pasa por alto. Se limita a sonreír satisfecho.
- Está bien, está bien... voy a contenerme solo porque, en esta oportunidad, no he venido a eso... así que mejor vamos a la cafetería antes de que cambie de opinión... - rodea los hombros de Shikatani con su brazo derecho y lo arrastra con él a regañadientes.
- Ya estamos aquí... dime qué diablos quieres... - acomoda sus lentes, todavía ofuscado por no haber sido capaz de huir.
- ¿Por qué Tamura-senpai no está intentando nada con Yacchan? - cuestiona sin rodeos, lo cual desencaja la expresión de su contrario, quien abre y cierra la boca un par de veces sin formular respuesta alguna.
- ¿Por qué lo haría? - pregunta finalmente - Yaguchi-Kun es parte del pasado, al igual que esa historia asquerosa que se inventó. Tamura no iba a estar detrás de él toda la vida... - sonríe complacido al darse cuenta del efecto que tienen sus palabras - ¿por qué te angustias tanto? Tú lo escuchaste, toda la basura que le dijo aquella vez... ¿todavía crees que se merece algo?
- Itsuki-senpai, sabes que no fue así... Yacchan era joven y tonto, estaba confundido... ¿nunca has hecho daño a otra persona solo porque eres incapaz de lidiar con tus propios sentimientos?
- ... - el pelinegro pasa saliva. No quiere recordar, pero siente como si Hanase pudiera ver a través de él y fuera capaz de descubrir la maldad de su corazón - Tamura siguió adelante con su vida... deja de meterte en medio...
- Pero si ellos todavía se quieren, entonces...
- ¡NO! - corta, elevando su voz - Yaguchi-Kun no sabe lo que es el amor y tampoco entiende cómo amar a Tamura... además, él no es el tipo de persona que traicionaría a alguien...
- ¿Eso qué tiene que ver?
- Te lo voy a decir solo para que dejes de molestar... - aclara su garganta y se remueve en su sitio, incómodo por tener que ventilar la vida privada de su mejor amigo - Tamura se va a casar a penas se gradúe de la universidad y se irá otra vez del país... su familia ya arregló el compromiso hace mucho tiempo, así que no hay forma de que suceda nada de lo que estás pensando... con tus estupideces, lo único que vas a lograr es que se meta en problemas y que arruine su futuro...
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HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]
Fanfiction- ¿Qué mierda quieres de mí? - el cobrizo lo mira, destilando el odio más profundo que hay en su ser. - Todo - su respuesta es simple y, sin embargo, está llena de muchas cosas que no es capaz de decir con palabras. Quiere acercarse, pero sabe que...