HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]

🧡 SÉ SOLO PARA MÍ I 💙

Se mira en el espejo del baño y está más que sorprendido al darse cuenta de que las mordidas de Yaguchi son muy notorias. No le molesta, todo lo contrario, le agrada tener ese recuerdo tan placentero sobre su piel, aunque solo se trate de algo momentáneo. El único problema es que se supone que debe olvidarlo y le resulta una tarea imposible si esas marcas siguen ahí. Sus sentimientos son caóticos y contradictorios, le gustaría arrancárselos del pecho junto con su corazón.

Mientras termina de arreglarse, evoca la imagen del cobrizo extasiado por el placer. Lo habría mordido en ese momento, pero tuvo que ceder ante sus deseos más egoístas y posesivos; no quería alterar el aura impoluta que rodea a Yaguchi, eso solo le dejaría las puertas abiertas a todas las miradas ajenas y morbosas de los otros chicos, y Tamura no está dispuesto a permitir que eso pase. Aunque, probablemente, habría servido para que el imbécil de Toono se alejara de una vez. "¿Kashima sabrá lo que de verdad pasa entre ellos dos?" No puede preguntárselo, no son amigos. Tampoco le ha insinuado algo a Toono, se limita a soportar su presencia en las reuniones del club. "Con esa cara tan inocente, jugando a las espaldas de su novio. Es un miserable".

- Termina de vestirte, Akemi se molestará mucho si llegamos tarde - Shikatani le tira una casaca. Hace días que está disgustado y cada vez se vuelve más evidente.

- ¿Por qué estás de mal humor?

- Solo apúrate - se cruza de brazos, esperando con impaciencia. Él ya está impecable desde hace varios minutos, pero la lentitud de Tamura lo saca de quicio.

- ¿Puedes soltarlo de una vez? - insiste, mientra termina de acomodar su ropa.

- ¿Hasta cuándo piensas dormir en mi habitación? Parece que ya no te hace falta mi compañía para seguir escapando de tu miseria - su mirada violeta se enfoca en el cuello del ojiazul. No es solo asco o desagrado, es distinto.

- Esto fue solo un malentendido, ya te lo expliqué... ¿de verdad quieres que me vaya? - ahora está ordenando su bolso, colocando algunas cosas que supone son importantes para un campamento en la playa.

- Quiero saber por qué todavía sigues aquí...

- No quiero estar solo y pensar en cosas estúpidas...

- Para eso tienes a Yuri - alega de inmediato.

- Ese idiota de Jimmy se lo está robando... - finge molestia, en el fondo el muchacho no le cae tan mal. Sobre todo, después de la pequeña conversación que tuvo con él.

- Ayer cuando llegaste con esa mierda en el cuello me besaste otra vez, ¿quieres que piensen que lo estamos haciendo? ¿Estás tratando de utilizarme para ocultar algo?

- No, solo tenía ganas - Shikatani es tan obstinado, hace que le duela la cabeza - si no te gusta, no volverá a pasar.

- ¿Ganas? Ni siquiera terminaste de quitarme la ropa - su voz se eleva un poco, víctima de la frustración.

- Perdón, no debí tratarte de esa manera... estaba aturdido, eso es todo...

- ¿No me vas a decir quién fue?

- Dejaré de venir si no quieres - se cuelga el bolso en el hombro y hace lo mismo con las cosas de su compañero.

- Sabes que odio los besos... - le da la espalda y abre la puerta, dispuesto a salir, pero la voz de Tamura lo detiene.

- Shikatani, ¿con cuántos chicos lo has hecho recientemente? - tiene un mal presentimiento, una sensación extraña recorre su interior.

- Con cinco... y ninguno de ellos me ha besado. Es repugnante.