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~ Por mucho que parezca que eres el dueño de mi corazón, 
es astronomía: somos dos mundos separados ~


Buscar desesperadamente algo y no encontrarlo. Peor que eso, saber que lo tuviste y que se ha perdido para siempre. ¿Se puede reducir algo tan infinito a una nada inexplicable? ¿Se puede pasar la página de un libro sin recordar lo que se leyó previamente? ¿Qué clase de historia se puede reconstruir sobre el olvido?

Se alejan y se observan durante algunos segundos. Los ojos dorados de Yacchan se cristalizan ante la fría mirada que le devuelve Tamura, porque ya no puede encontrarse en ninguno de los destellos azules que emanan de sus pupilas. Ya no está ahí ni en ninguna parte. ¿Alguna vez existió siquiera? Sí. Y duele tanto saberlo, que siente que podría enloquecer en cualquier momento.

- Es tiempo de ir a visitar a tus padres - las palabras del mayor suenan sombrías, pero inevitables.

- Sí, deberíamos hacerlo pronto. ¿Aún tienes la misma casa de cuando estábamos en el instituto? - el contrario asiente - ¿podrías llevarme otra vez?

- Iremos juntos y cocinaré para ti. Me pondré una camisa, tomaré tu mano, hablaremos con tus padres e iremos al festival - sus palabras suenan lejanas, como quien enumera algo que tiene que hacer sin desearlo realmente.

- ... - pasa saliva, tratando de tragar el nudo que se viene formando en su garganta desde hace algún tiempo - durante esos días, por favor, mírame solo a mí.

- ¿Y después?

La pregunta se queda flotando en el silencio agónico que les sofoca, cada vez con más intensidad. Después. ¿Qué sucede después de algo así? Yacchan no responde, no porque le falta valor para hacerlo, sino porque su mente se ha sumergido en una niebla blanca y espesa que le impide pensar correctamente. Después. Después quizá ni siquiera importe.

***

- ¿Yaguchi-kun?

El cobrizo se queda de pie bajo el umbral de la puerta, desconcertado ante la presencia de una muchacha que nunca antes ha visto, pero que lo observa como si se estuvieran reencontrando después de mucho tiempo. Su pecho se contrae dolorosamente, como anticipándose a algo que su mente aún no logra comprender.

- Eres exactamente como todo lo que he escuchado durante estos años - la joven fija sus ojos en el piso, dejando que su flequillo oscuro cubra parte de su rostro - no puedo creer que por fin te tengo frente a mí.

- ¿Disculpe? ¿Nos conocemos de alguna parte? - Yaguchi trata de buscar entre todos sus recuerdos, pero no consigue ubicar a la chica en ninguno de ellos.

- ¿Puede ser que yo sepa mucho de ti y tú ni siquiera puedas intuir quién soy? - sonríe de lado, sintiéndose más herida de lo que le gustaría demostrar. Sobre todo porque se trata de él.

- Me disculpo por eso. Si pudiera decírmelo, haría todo lo posible por...

- Me llamo Azumi Nakamura - interrumpe, haciendo una breve reverencia para presentarse formalmente - soy la prometida de Yui Tamura.

El cobrizo siente que su corazón está a punto de estallar por lo fuerte que retumban sus latidos. Nunca se le cruzó por la cabeza que alguna vez podrían verse las caras, mucho menos en una situación como esa. Incluso llegó a consolarse con la idea de que todo fuera una mentira, pero no, ella está ahí, pronunciando esas palabras que él jamás podrá decir.

- Hablemos un momento, por favor - continúa la joven, al darse cuenta de que Yacchan no tiene la intención de responder. Su expresión desconcertada le permite ser consciente de la ventaja que tiene sobre él.

HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora