~ Él te hipnotiza mientras yo muero ~
- ¿Qué hacen aquí? - reclama Tamura ofuscado ante la presencia de los invasores.
- Yuri-kun quería saber si nuestro plan había funcionado - el rubio se asoma por la espalda del pelirrosa y observa la situación - al parecer salió mejor de lo que esperábamos - sonríe con evidente complicidad.
- ¿Eh? ¿Quién? ♡ - el más alto se acerca e intenta descubrir quién se encuentra debajo de las sábanas, pero el ojiazul reacciona al instante, lanzando una patada al aire - ¿Con quién tuviste sexsho? ♡ - insiste, haciendo una señal obscena con sus manos.
- ¡Cállense de una vez, idiotas!
- Shikatani-Kun, no tienes que ser tan tímido con nosotros... podrías, al menos, darnos las gracias por nuestro esfuerzo - exige Akemi con las manos a ambos lados de su cintura - no hay nada que no hayamos visto antes, tanto pudor es demasiado molesto.
- ¡Lárguense de aquí!
- Bueno, bueno... tampoco tienen que ser tan agresivos, teniendo en cuenta que fue debido a nosotros que terminaron así... - Akemi los mira un tanto indignado y luego toma del brazo a Yuri - es mejor regresar a clases, se hace tarde... por cierto - se gira un poco para verlos otra vez - Shikatani-Kun, ve al club a la hora del almuerzo, necesito que me devuelvas el uniforme que te di.
Por fin están solos otra vez. Tamura desliza la sábana para ver el rostro de Yaguchi, quien se encuentra completamente avergonzado por lo que acaba de suceder. Además de ser consciente de que están en un gran problema. Toono y Shikatani saben toda la verdad o por lo menos lo descubrirán sin mucho esfuerzo. Se siente agitado, no pensó que tendría que afrontar los hechos tan rápido.
- No tienes de qué preocuparte, yo lo arreglaré - el mayor lo toma del mentón. Él también está serio, algo bastante inusual para su impulsiva y relajada personalidad.
- ¿Cómo puedes decir eso? Cuando Akemi-senpai hable con ellos entonces descubrirá la verdad.
- Buscaré a Shikatani antes de entrar a clases y tú solo le dirás alguna mentira a Toono. No creo que sea un gran problema, no parece ser demasiado inteligente...
- ¿Realmente tienes que hablar con él?
- Nada malo va a pasarme, Aichan - besa sus labios suavemente y le regala una bonita sonrisa al separarse.
- Ni siquiera estaba preocupado - frunce el ceño, en un vano intento por ocultar el rubor de sus mejillas.
- Di que no quieres perderme - Tamura lo abraza y frota su rostro contra el cabello cobrizo de Yacchan.
- Claro que no lo diré - su corazón se acelera e intenta alejarse a medias. En realidad, le está costando deshacerse de esa sensación agradable que le produce el cuerpo del ojiazul - ¡Suéltame!
- No quiero - se aferra más a su novio, sin darse cuenta de que está a punto de matarlo de un infarto - di que me amas.
- ¡¡NO!! - aprovecha sus días de entrenamiento y sus muy bien formados músculos para empujarlo fuera de la cama, provocando una estrepitosa caída. Tamura lo observa sorprendido, tratando de entender lo que acaba de pasar - no es necesario que lo diga, ya lo sabes - vuelve a ocultarse debajo de las sábanas, pero sabe que está sonriendo. Eso le basta para sonreír también.
***
Después de su accidentado amanecer, se encuentra completamente vestido y limpio frente a la habitación de Shikatani. Le había costado separarse de Yacchan, pero no tiene más remedio que actuar antes de que todo se convierta en un gran problema para los dos. Respira profundo y toca un par de veces con los nudillos. Un ligero ruido se puede escuchar desde el otro lado hasta que el pelinegro abre la puerta. Su expresión se ensombrece al reconocer a Tamura; sin embargo, regresa al interior, dejando la puerta abierta a modo de bienvenida. Se detiene frente al espejo y continúa arreglándose como si no hubiera sido interrumpido.
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HERMOSA PESADILLA [YACCHAN ♡ TAMURA]
أدب الهواة- ¿Qué mierda quieres de mí? - el cobrizo lo mira, destilando el odio más profundo que hay en su ser. - Todo - su respuesta es simple y, sin embargo, está llena de muchas cosas que no es capaz de decir con palabras. Quiere acercarse, pero sabe que...