Arco final correspondiente a esta primera parte de la trilogía. Recomiendo escoger bien el momento para leerlos.
Debido a las horas nocturnas, las instalaciones y las estructuras en el mundo celestial eran tan oscuras como el cielo nocturno del mundo terrenal. Jessica se encontraba caminando por la calle de lozas blanquecinas, la cual unía los dormitorios con los edificios ocupados por los laboratorios del Centro de Investigación Celestial, procurando no ser vista. Aún estaba preocupada por haber dejado a Ruka sola en el apartamento, pero no podía pedir a Derek o Rin ayudarla en esta ocasión, porque las cosas que su niña demonio le había contado para que comprendiera sus dudas y sus problemas, eran demasiado personales para explicárselo a sus amigos. Ruka había confiado en ella en busca de ayuda, Ruka le había contado a ella sus preocupaciones y en respuesta, lo que podía intentar hacer es descubrir si existía una forma de ayudarle. Pensando en esto llego a uno de los laboratorios, el único donde podría encontrar a alguien de confianza para que le aconsejara sobre la situación adversa de Ruka; una situación donde los instintos generales parecían opuestos a los intereses de la infante. Jessica respiro profundo, aunque ya pasaban las ocho de la noche en el mundo terrenal, nada le aseguraba que el laboratorio número doce solo contara con la persona que ella buscaba. Esto le hizo cuestionarse... ¿Cómo iba entrar? ¿Solo tocaba la puerta? ¿Podía simplemente preguntar por quien quería? Y entonces, escucho una voz
-¿Jessica?-
La ángel guardián salto en su lugar mientras dirigía la mirada con nerviosismo a quien le hubo llamado. Fue capaz de respirar aliviada al ver que se trataba de Morgiana, pero tras unos segundos se encontró preguntando con una evidente confusión
Jessica-¿Qué estás haciendo aquí, Morgiana?-
La arcángel se encontró sonriendo en respuesta, realmente feliz de ver a uno de sus amigos luego de tantos días. Aunque se encontró perdiendo la sonrisa progresivamente mientras se preguntaba... ¿Por qué estaba Jessica en el mundo celestial si debía vigilar a la princesa demonio? Sin embargo, prefirió no realizar la pregunta directamente, en cambio, se encontraría comentando
Morgiana-hace poco nos pidieron recibir un entrenamiento especial bajo supervisión de algunos laboratorios. ¿Y tú?-
Jessica-bueno... ¿estabas adentro?, ¿sabes dónde está Nemu?-
Respondería Jessica, intentando controlar su creciente nerviosismo y evitando dar una respuesta clara. La arcángel se dio cuenta de que su pregunta, aquella que buscaba conocer la razón de Jessica para estar en un laboratorio fue ignorada. Pero decidiría dejarlo pasar por el momento, esto al tiempo que contestaba
Morgiana-Puedo llevarte. Vengo de encontrarme con ella-
Inesperadamente, ahora su amiga parecía dudar sobre su ofrecimiento, pensando mucho en que responder. Esto genero que en la mente de la arcángel se formara una pregunta... ¿Qué estaba pasando exactamente? Pero antes de poder realizar la pregunta, Jessica suspiraría y aceptaría su ofrecimiento sin dejar del todo su nerviosismo.
Ya fuera por la hora o por los pasillos que Morgiana estaba utilizando para guiar a Jessica por el laboratorio número doce, no se encontraron a ningún otro ángel y Jessica, debía reconocer que esto realmente le favorecía. Por otra parte y a pesar de la curiosidad que impulsaba a la joven arcángel a preguntar por lo que parecía estar ocultando su compañera, se negaba a realizar una pregunta tan directa al respecto y en cambio, prefirió mantener una conversación sobre temas aleatorios que, Jessica seguía sin dejar el nerviosismo en su voz. Justo la arcángel terminaba de contar una anécdota resiente
Morgiana-... mi hermana me regaño porque estaba holgazaneando. Pero yo digo, se supone que se holgazanea porque no cumples con tu trabajo, pero a los arcángeles misión eterna aún no nos asignan nuestras misión, ¿entonces cómo se supone que holgazanee si no estoy dejando de lado ningún trabajo, porque en primer lugar no tengo?-
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Verdadera Naturaleza I
Fantasía"Trilogia VN" Primera Parte En este mundo hay verdades incuestionables, ineludibles e inalterables. Los demonios son malos, los ángeles son buenos y los humanos son victimas que deben de sobrevivir a los conflictos más allá de su comprensión. Todas...