La Despiadada Tirana

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La mirada rosa pálida de Gaito mostro incredulidad mientras observaba a Ruka caminar junto con Riku en dirección a la salida del palacio. A él realmente no le importaba lo que la chica fuera a hacer pero, no podía evitar sentir curiosidad al respecto al percibir su rápido andar y la expresión inusual que Riku tenía en su rostro; rápidamente les dio alcance. Por un instante, Gaito se sintió paralizado ante la mezcla de poder elemental e instinto general que rodeaba a los mellizos y sin poder evitarlo, una sonrisa se formó en su rostro, esto a pesar de no saber que pensaba hacer la princesa de los demonios, sin embargo, el hecho de que la chica estuviera desprendiendo tal presencia era un indicador de que sería fabuloso. Pensando en esto y dejándose llevar por la emoción, Gaito cuestionaría

Gaito-¿A dónde se dirigen?, ¿Necesitan apoyo?-

No hubo una respuesta diferente a Ruka desprendiendo poder elemental de relámpago, esto con la finalidad de mantener a Gaito distanciado. Riku. Por su parte, salto la mirada entre su hermana menor y el general demonio, justo antes de expresar

Riku-Continúa con lo que tengas asignado, Gaito, no necesitamos nada-

Gaito-perdone mi insistencia pero, ¿realizaran algo en especial?-

Volvió a cuestionar el demonio de cabellos grises, de manera que, Ruka se limitó a chasquear la lengua en señal de disgusto antes de expresar sin dirigirle la mirada

Ruka-terminaremos de raíz lo que ni tu ni Sara han solucionado, asique largo de mi vista-

Ante tal respuesta, Riku suspiro pesadamente para luego seguir avanzando tras los pasos de su hermana menor. Gaito quien permaneció en su lugar, solo pudo sonreír.

La presencia de Ruka no podía pasar desapercibida, esto a pesar de usar los callejones en lugar de las calles abiertas; era evidente por la tensión que se percibía desde los demonios que solo andaban por las calles. Riku, observo a su hermana mientras recorrían los oscuros callejones; la expresión severa de Ruka prevalecía, al igual que su silencio e incluso, los nulos pensamientos que no eran emitidos por ninguna de las dos partes. Él estaba consciente de que la instrucción a la que Mikel le había sometido había marcado una fractura en su relación y aunque hubiera sido mínima, los efectos prevalecían... esto le hizo preguntarse si era esa la razón de que no lograra comprender a su hermana como antes. Sin ninguna respuesta clara a esa situación, ambos llegaron al lugar donde Seira había sido atacada y tomaron incluso la misma posición; una azotea de un edificio de tres pisos que estaba cerca. Desde dicho lugar, tanto Ruka como Riku eran capaces de observar una puerta al fondo de un callejón, así como la estructura de una casa que, en el área más cercana al suelo eran vidrios que permitían ver luz y sombras en movimiento... revelando de esta manera la presencia de demonios en el sótano de la casa. Al ver esto, Riku se encontró emitiendo un suspiro mientras cuestionaba

Riku-¿Qué piensas hacer ahora?-

Ruka-te dije lo que haría, solo hay que entrar-

Ante esta respuesta, Riku negó la cabeza antes de emitir cada uno un impulso eléctrico, esto con la finalidad de encontrarse frente a la puerta que habían observado antes. Cuando Riku mostró intenciones de trucar la cerradura, Ruka simplemente tiro la puerta antes de caminar al interior permitiéndoles ver unas escaleras en descenso. Riku solo se encontró comentando

Riku-supongo que no apoyabas la noción de un ataque sorpresa-

Ruka-cállate y muévete-

Expreso Ruka, evidentemente disgustada antes de bajar las escaleras con Riku siguiendo sus pasos. Cuando Ruka abrió la nueva puerta que apareció tras descender las escaleras, la princesa demonio fue receptora de todas las miradas y fue capaz de notar como, un cuarto de los demonios ahí reunidos quedaron de rodillas antes la presión ejercida por su presencia mientras que, los demonios restantes saltaron en su contra. Ruka apretó la mandíbula, al percatarse de que aquellos demonios tenían el mismo comportamiento que todos aquellos que la habían atacado los últimos meses, sin embargo, esta vez fue capaz de observar tanto chaquetas azules como parches rojos en las ropas de sus atacantes pero... ninguna pañoleta naranja. ¿Por qué era de esta manera? ¿Por qué aquellos que le criaron y aquellos a los que respetaba eran justo los que le estaban haciendo esto? Se encontró cuestionando entre sus pensamientos, al tiempo que escuchaba a Riku llamarla a sus espaldas

Verdadera Naturaleza IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora