Patio de Juego

2 0 0
                                    

La mirada marrón claro recorrió hasta donde alcanzaba la vista desde la azotea donde se encontraba, arrodillada y con el muro de contención de la estructura cubriendo la visión de su cuerpo; el juego apenas había empezado y por tanto, el movimiento que se podía percibir era mínimo, ya que se limitaba a los asaltantes de chaquetas azules que empezaban a andar por los callejones o los ofensivos que empezaban a caminar por las calles. Estando consciente de la posición que ella ocupaba y de la que ocupaban otros cazadores de su equipo, podía darse una idea aproximada del lugar donde podrían estar los cazadores enemigos pero debía de asegurarse de ver, como mínimo, el visaje de las ropas o el cuerpo de un demonio enemigo antes de atacar, ya que en caso contrario la que revelaría su posición seria ella... era un poco frustrante; su poder de fuego era vistoso, y por tanto, tras un ataque no sería complicado para otros saber su ubicación, en cambio, otros cazadores que poseían poder elemental de, por ejemplo, viento, podían atacar algunas veces antes de revelar su posición. Sus ataques de fuego debían ser... por suerte, como a ella le gustaban, certeros y precisos.

El inframundo era de manera natural bastante oscuro pero, los callejones al formarse por estructuras de madera negra eran aún peores; el resplandor de los relámpagos solo alcanzaba a alumbrar un poco su contenido y para Ruka, eran esos resplandores lo que le permitían notar lo que contenía cada callejón. Dependiendo de la estructura a la que se encontraba asociado podía tener escaleras de acero en uno de los dos lados, todos los callejones contaban con contenedores de basura o en el peor de los casos, al menos tenía los montículos de basura. Por otra parte, los callejones sin salida eran de esta manera por muros hechos de algún material similar al ladrillo pero de color negro y, a veces, frente a estos muros había montículos de basura, alrededor de un área que parecía quemarse por costumbre. Su mirada naranja rasgada recorrió la calle rápidamente, al encontrarla libre, ahora alzo la mirada a los techos de las estructuras procurando que no hubiera movimiento en los mismas, expulsando poder elemental de relámpago desde la palma de sus pies para crear un impulso de relámpago que fue lo suficientemente fuerte para pasar al próximo callejón del otro lado de la calle. En esta ocasión, el callejón daba entrada a otra calle; trago saliva al notar a alguien caminando. No estaba segura de cuanto había avanzado ¿había ya salido del área resguardada por los ofensivos de su mismo equipo? respiro profundo y se mantuvo recostada de la estructura; en donde ella se encontraba había unas escaleras de acero y observando el próximo callejón, este también tenía escaleras pero no tenía salida, aunque quizás podría acceder a uno distinto ... los pasos se escucharon más cerca, y Ruka contuvo la respiración cuando un ofensivo con un parche rojo en la manga de su camisa caminaba con sentido descendente ¿Cómo haría para pasar al siguiente callejón sin enfrentarse a aquel ofensivo?

Ya había pasado aproximadamente una hora desde que el juego había empezado. Riku notaba el movimiento de algunos cazadores en los techos de las estructuras que rodeaban la calle, esto le hizo pensar en que ya había asaltos oponentes en el área. Su mirada antes centrada únicamente en lo que veía en la calle, empezó a dirigirse a los callejones circundantes pero, antes de poder hacer algo, desde algunos metros de donde se encontraba fue emitido un ataque de poder elemental de viento, ante esto, cargo su mano derecha de poder elemental de relámpago y disparo en respuesta. Su ataque fue desviado e incluso la fuerte brisa supero su elemento relámpago pero, al menos había logrado disminuir la cantidad de viento que fue enviado en su contra lo suficiente para que, una fina barrera delante pudiera detenerlo. Frente a él se presentó quien había realizado el ataque... era una niña con quien parecía compartir estatura, por tanto debía de ser recién nacida o contar con una edad no superior a cinco años; sus cabellos eran de un azul opaco, similar al añil que rozaba sus hombros, poseía una mirada azul grisácea y, además estaba utilizando un pantalón negro que llegaba debajo de sus rodillas junto con una camisa color vino, un parche rojo que destacaba en su hombro derecho. Riku pregunto seriamente

Verdadera Naturaleza IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora