Heridas en la Luz

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Arco final correspondiente a esta primera parte de la trilogía. Recomiendo escoger bien el momento para leerlos.

El llanto no se detenía, aunque Taylor ya se encontrara en su hogar. Su madre, su hermano y su padre, la rodeaban mientras ella ocupaba lugar en el mueble más grande de la sala de estar; miasma blanco filtrándose desde su posición. Ante esto, el nerviosismo del hombre adulto, solo iba en aumento, mientras él se encontraba en posición de cuclillas frente a la niña, sosteniendo las pequeñas manos entre las suyas. La voz de Tobias, aunque era de tono grave, intentaba con compresión, hacer entender a Taylor el motivo de sus acciones

Tobias-Esa niña era peligrosa, necesito que lo entiendas, Taylor. Las cosas ya no pueden ser como antes en tu situación actual... por favor-

A pesar de estas palabras, incluso aunque el hombre se expresaba con la mayor amabilidad que podía permitirse, el llanto de la niña continuaba. Así entre sollozos, palabras torpes eran capaces de transmitirse

Taylor-ella...ella me lo dijo, me dijo que no era mala-

En respuesta a estas palabras, el hombre se encontró cerrando más el agarre en las manos de su hija menor, cuestionándose entre sus pensamientos, ¿Por qué razón, Taylor era tan reacia a entender que había estado corriendo peligro?, ¿Por qué no entendía que esta era la mejor elección? Aun dispuesto a hacerla entender el motivo de sus acciones, él expresaría nuevamente

Tobias-Esa niña era un demonio. Los demonios son peligrosos, te pudo lastimar de alguna manera-

Taylor-no, ella no, ella es buena, ella es mi amiga...-

Hablo torpemente la infanta. Por lo que, el hombre, ante sus nulos esfuerzos, se encontró sintiéndose cada vez más frustrado mientras la niña no paraba de llorar. Se aferraba a las mentiras, se sostenía a los engaños por la niña demonio perpetrados; la misma niña demonio que, era la princesa de aquella infernal especie. En respuesta, él se levantó molesto, alzando la voz, aun sabiendo que esto solo asustaría más a su hija menor

Tobias- ¡Es suficiente!, ¡los demonios mienten! ¿Cómo puedes seguir llorando por alguien que no merece estar a tu lado?, ¿Por alguien que seguramente, solo quería acabar contigo en la menor oportunidad para que no representaras una amenaza? –

Asustada, triste y herida, el llanto de Taylor subió en intensidad. Siempre terminaba igual; los niños que podía haber conocido, los niños de los cuales podría haber llegado a ser amiga, todos y cada uno, siempre parecían a ojos de su padre personas que se aprovecharían de ella. Todos eran personas que, bajo los ojos de su padre, mancharían de alguna manera su futuro. Ella lo sabía, desde hace un tiempo que, ya lo había comprendido. Pero, ella nunca quiso que las cosas resultaran de esta manera, nunca quiso que sus efímeros e irrepetibles momentos con su amiga de mirar exótico terminaran tan cruel y dolorosamente. Estaba preparada para la separación, desde que esa niña le había dicho que, solo iba a ese parque porque su cuidadora visitaba a sus amigos, pero nunca hubiera querido que se terminara de esa forma. El hombre, ignorante de los pensamientos de su hija, expresaría

Tobias-ella seguramente solo quería lastimarte, librarse de ti haciéndote algún daño irreparable, solo de pensarlo...-

Pero, ella no creía tales palabras, estaba segura que eran más mentiras, como todas aquellas que, su padre pudo haber dicho alguna vez a las personas a su alrededor para apartarlas. En ese momento, con la memoria tan fresca de la primera persona que quería permitirle ser feliz considerando sus sentimientos, Taylor se encontró levantándose de su lugar para exclamar

''¿¡Eres feliz cuando estás conmigo!?''

Taylor- ¡ella nunca me hizo nada!... el único que me hace daño... ¡el único que siempre hace daño eres tú! -

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⏰ Última actualización: Feb 07 ⏰

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