Circulos Viciosos

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Con el paso de los días y el establecimiento de una rutina donde, las tardes de los días de semana, Jessica iba a encontrarse con Derek y Rin, Ruka se encontró pasando mucho tiempo a un lado de la entrada del edificio donde los ángeles amigos de Jessica vivían e incluso, a veces terminaba sentada en uno de los escalones que permitían el acceso. El parque al otro lado de la calle y lo poco que su entrada le permitía observar, era lo único que la entretenía en esa posición, recordando con frecuencia que no había vuelto a ver a la niña del uniforme de primaria... incluso cuando si lograba ver a muchos otros con las mismas ropas. Junto a los múltiples niños en compañía de sus padres que entraban a aquel parque, también alcanzaba a ver personas mayores e incluso parejas, mientras era capaz de observado otra buena cantidad de personas vistiendo con ropas formales. Los dibujos animados y algunas series que tomo por costumbre ver en el apartamento, le habían mostrado panoramas de la vida humana que, en conjunto con los conocimientos ofrecidos por la señora María, le habían ayudado a hacerse una idea de la especie humana en cuestión... solo para darse cuenta que no los entendía en lo absoluto y no sabía si sería capaz de hacerlo o siquiera, si realmente necesitaba entenderlos.

Jessica se encontró recostada del respaldo de una silla mientras Rin y Derek hablaban considerando buscar libros en el mundo celestial o pedir ayuda a los investigadores. Los ángeles usaban algo más similar a la tele-transportación mientras los demonios usaban portales, por tanto, si querían saber cómo ayudar a Ruka era necesario primero comprender como funcionaban los portales de los demonios. Desde su lugar, Jessica se encontró saltando la mirada entre sus amigos mientras pensaba en su labor de cuidar a Ruka, más en un momento donde la niña demonio pasaba por un proceso de adaptación, desde su perspectiva, no era bueno dejarla sola y era por esa razón que había recurrido a sus amigos, para que fueran ellos quienes recaudaran información mientras ella se centraba en cuidar de Ruka. Por lo que comentaría como sugerencia

Jessica-pienso que lo mejor sería ver en los libros. Los demonios usaban antes de la generación de Strong y Genin algún método para venir al mundo terrenal, uno que quizás podamos replicar pero primero necesitamos averiguar al respecto-

Sus compañeros se encontraron dándole la razón a Jessica y mientras ellos conversaban sobre que sección de la biblioteca celestial debían de revisar, Jessica se encontró levantándose de su lugar y acercándose a la ventana del apartamento, la entrada del parque era perfectamente visible y si dirigía la mirada hacia abajo, era capaz de observar la entrada del edificio donde Ruka esperaba por ella. Al ver esto último, se encontró con un muchacho que parecía hablar con Ruka, de igual manera, poco después vio como la niña demonio estaba sosteniendo lo que parecía una pequeña caja de regalo junto con lo que parecía una carta... ¿Qué estaba pasando ahí abajo? Se cuestionó con confusión pero, se limitó a observar un poco más.

Ruka, sosteniendo una pequeña caja de terciopelo y una carta escrita a mano, se encontraba subiendo las escaleras del edificio mientras repetía una y otra vez el número que el muchacho le había dicho... el que correspondía al apartamento donde debía entregar el regalo

''¿Por qué demonios estoy haciendo esto?''

Se encontró preguntándose entre sus pensamientos, los humanos eran una especie extraña... ¿Podían realmente gestos tan simples como entregar una cosa alimentar el amor del que tanto dependían? No lo entendía pero ¿exista la necesidad de entender? Los humanos eran insectos, una especie que carecía de los poderes y las capacidades para hacer algo en contra de los demonios de clase mayor, por lo que, no era de extrañar que necesitaran vivir pensando en disfrutar lo poco que tenían a su alcance ante la amenaza que otra especie les representaba. Sin embargo... ¿estaba eso mal? ¿Era inútil o al contrario? Ruka se encontró negando con la cabeza y se sorprendió de ver en la primera puerta del cuarto piso era en la que se encontraba el número que el muchacho le había dicho. Siguiendo las indicaciones del muchacho, coloco el regalo en el suelo y sobre el presente coloco la carta para luego, tocar el timbre justo antes de alejarse de la puerta y regresando a las escaleras. En ese momento, una mujer que parecía rondar los veinte años abrió la puerta y dirigió su mirada azul grisácea al regalo en el suelo, cuando se inclinó para recogerlo, su largo cabello rojo cayo hacia adelante, por lo que, Ruka fue incapaz de ver la expresión que puso al recoger el presente, más cuando la mujer se incorporó y se permitió abrir la caja de regalo... Ruka alcanzo a ver que era un par de aretes. La mujer se sorprendió por esto, para luego dedicarse a leer la carta y permitiendo a su vez, que Ruka fuera capaz de verlo... el momento exacto en que la expresión desconcertada cambiaba por una sonrisa e incluso fue capaz de escuchar una risa de pura alegría. La joven mujer miro en dirección a las escaleras y Ruka, en cambio, se encontró nerviosa mientras aquella mujer se le acercaba rápidamente con la sonrisa que no abandonaba su rostro para preguntarle

Verdadera Naturaleza IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora