One Shots | Varios|

| 22 | Matthew Gray Gubler

Mire de nuevo la computadora frente a mi, no entendía nada y mi mente tampoco estaba esforzándose demasiado en lo que sucedía a unos metros frente a mi. Había perdido el hilo sobre ecuaciones con variables desde hace treinta minutos y ya era muy tarde para poner atención. Solo miraba al profesor hablando y escribiendo cosas en el pizarrón, seguramente iba a arrepentirme en el examen final por no haber puesto atención.

-_____________- dijo Sebastián casi en un susurro

Miré espantada al profesor

-Señorita, ¿Encuentra aburrida mi clase?- preguntó el profesor

-No- dije segura- solo estoy teniendo problemas para seguir el ritmo.

-Eso pasa cuando los alumnos de primer año toman cálculo avanzado. En fin, podría pasar al frente para resolver sus dudas.

No, hoy no por favor. Estaba tan perdida que ni siquiera sabía cuál era mi duda.

Me levanté a regañadientes, no quería recorrer el salón. Me había sentado estratégicamente al final porqué sabía que Matthew se sentaba hasta el frente, y no tenía ganas de verlo.

Caminé hacía el frente queriendo evitar el contacto con él. No miré a los lados, solo al pizarrón y me concentré no tener que mirar a Sebastián para que me ayudará. Increíblemente no estaba tan perdida y pude resolver el ejercicio por mi misma.

-Vaya, creo que no estaba tan aburrida. Puede sentarse.

Giré para mirar a Sebastián, pero mi mis ojos se desviaron hacía Matthew. Usaba su sudadera negra y tenía puestos sus lentes, su cabello corto revuelto era simplemente hermoso y me miraba fijamente. Regresé mi mirada al frente y caminé hacía mi silla nuevamente mientras Sebastián me miraba divertido mientras me sentaba.

-¿Discutieron de nuevo?- preguntó mientras yo me hundía en el asiento queriendo desaparecer.

-Nosotros no discutimos.

-Camila los escucho.

-El hablar animosamente no es discutir.

-Camila dice que estuviste llorando.

-Camila es demasiado comunicativa.

-Pero no es mentirosa.

Suspiré.

Matthew y yo nos habíamos conocido gracias a Camilla y Sebastián, ellos eran novios. Camilla era mi compañera de cuarto y Sebastián era el compañero de cuarto de Matthew. Todo había sido sencillo al principio, nos conocimos y empezamos a salir en un perfil muy bajo. No queríamos que nadie se enterará ni que hicieran preguntas sobre lo que pasaba entre nosotros. Pero conforme los meses pasaban yo comencé a enamorarme. Miraba a Matthew como si fuera la persona mas maravillosa del mundo, pero el jamás había tocado el tema así que suponía que no sentía lo mismo.

Las últimas dos semanas habían sido demasiado tensas por razones muy estúpidas. El se había molestado porque acomodé sus libros y yo le había gritado por invitarme a una fiesta. No estaba orgullosa y me sentía realmente apenada por haberlo hecho, el me había dicho que no respetaba su espacio y eso me molestó. Toda esta cadena de tensiones y sucesos habían logrado meterse hasta lo más profundo de mi pensamiento.