Desperté sintiendo calor en mis manos. Era el sol que se colaba por las cortinas de mi cuarto. Mis ojos se abrieron lentamente tratando de ajustarse al sol y moví mi mano sólo un poco para poder tallarlos, pero un peso en una de mis manos evitó mi movimiento. Abrí los ojos sorprendida preguntándome si era mi imaginación o si realmente era lo que estaba pensando. Cuando me sentí completamente despierta reaccioné a todo el contexto. Estaba desnuda cubierta con unas sábanas, había una mano abrazando mi cintura y sobre mi mano. Sentí una respiración contra mi nuca y de pronto todo volvió a mi.Observe la mano que colgaba sobre mi cintura y miré la blancura de los dedos y confirme mis sospechas. Bill y yo nos habíamos acostado. La idea no me disgustaba en lo absoluto, una parte de mi canto victoria al saber que por fin ese hombre estaba en mi cama, pero una parte de mi no se sentía del todo cómoda. Bill y yo éramos amigos desde la universidad, el era bastante divertido y caí a sus encantos como la mayoría de las chicas, pero al ver que eso solo me llevaría al desastre decidí dejar mis sentimientos de lado y solo ser su amiga lo cual había funcionado muy bien, hasta el momento que comenzamos a jugar un juego bastante estúpido, habíamos estado coqueteando sin que nadie se diera cuenta.
Todo comenzó cuando en una fiesta por accidente tiro su cerveza en mi vestido, intento disculparse muchas veces lo cual ni secaba mi vestido así que al final me acompaño al baño a tratar de secarlo. Cuando estaba limpiando el vestido con una toalla noté que comenzaba transparentarse y tenía que quitármelo para poder secarlo con la secadora del cabello. Sin dudarlo mucho le pedí a Bill que se volteara a lo que el se negó tratando de hacerme enojar, pero estaba más preocupada por que comenzaba a sentir frío y no quería enfermarme así que me quite el vestido sin mucho pensarlo. Bill solo me miro sorprendido y reí por su cara de asombro a lo cual el contesto lanzándose a besarme. Después de ese encuentro habíamos teñido pequeñas ocasiones donde nos desaparecíamos de fiestas para besarnos o nos gustaba hacernos algún tipo de maldad para hacer al otro enojar y a propósito terminar besándonos.
Jamás habíamos puesto un nombre ni una etiqueta y al parecer tampoco la necesitábamos, ya que era algo entre nosotros y no había hecho falta, hasta ahora.La noche anterior había estado con Bill y sus amigos, habíamos salido a un bar y después de unas cuantas copas habíamos terminado en mi departamento. Recordaba que Bill estaba un poco ebrio y al decir verdad yo también lo estaba. Todo comenzó como siempre, alguna broma casual y los dos acostados en el sofá besándonos. No entendía muy bien pero me detuve a creer que el alcohol nos había dado el valor de quitarnos la ropa y terminar donde y como estábamos esa mañana.
-Hola-susurró Bill con una voz ronca contra mi nuca dejándose un beso húmedo en ella
Sentí un nudo en el estómago, jamás había despertado con alguien así.
-Hola- conteste sintiendo miedo
Gire para poder verlo, sus ojos grises me miraban directamente y por un momento pude jurar que estaban leyendo mi mente. Estaba al igual que yo desnudo, la sabana no le cubría el pecho y podía ver su piel blanca.
-¿Descansaste?
Después de lo que acaba de pasar, ¿En serio me vas a preguntar eso?
Asentí sonriendo, no quería hacer las cosas incómodas pero al mismo tiempo necesitaba una explicación. Bill se acerco a mi y plantó un pequeño beso en mis labios. El nudo en mi estómago se hizo un poco más grande y sentí una urgencia por besarlo, pero mi cabeza me pidió parar y esperar a ver la reacción de Bill.
-¿Por que no me besas?- preguntó contra mis labios mientras colocaba su mano derecha en mi mejilla izquierda.- ¿Acaso ni te gustó lo que hicimos ayer?
El nudo en mi estómago se convirtió en vacío al recordar lo que había pasado la noche anterior. Sus manos en mi piel, sus besos, sus caricias y su mirada era algo que había imaginado algunas veces, pero la realidad había sobrepasado mis expectativas sin duda alguna.
-No es eso,solo estoy confundida.
-Yo no te vi confundida ayer-susurró de nuevo dejando un beso en mi clavícula-parecías bastante satisfecha
Reí y golpee su brazo en un intento de que dejara de ser tan descarado con respecto a los eventos, pero eso solo hacía que viera que me incomodara y al contrario, lo hiciera más
-Solo-suspire esperando ni arruinar todo el momento- quiero entender qué pasó
Bill se recostó de nuevo y me jalo de la cintura para que me recargara sobre su pecho. Acaricio mi brazo en un intento de tranquilizarme
-El alcohol nos dio valor. Los dos lo queríamos pero simplemente no sabíamos cómo hacerlo.
Sonreí queriendo evitar ser obvia. Claro que lo había querido desde hace mucho pero al mismo tiempo me ponía nerviosa, ¿ Que pasaría ahora?. Seguimos siendo amigos o esto se volverá recurrente o te mudarás a Suiza con otro nombre
-Así que ¿Lo querías?
Bill rio mientras se acurrucaba
-No juegues conmigo y no pretendas que eres tonta por que eres bastante inteligente. Siempre me has gustado pero siempre me trataste como si fuera tu hermano y no supe como salir de la brother zone.
Solté una carcajada por lo tonto de su comentario
-Supongo que funcionó mi estrategia
Bill giro para ponerse sobre mi y sonrió
-Así que tu estrategia seductora y malvada funciono. Eso solo hace que tengas la obligación de estar conmigo ya que caí en tu juego
Reí y tome su rostro acercándolo a mi para darle un pequeño beso en los labios
-No pensaba dejarte ir-dije mientras Bill se abrazaba más a mi
-Ni yo pensaba irme