Mis manos sudaban, esto era un error. Verlo de nuevo era un completo error. Lo miré sentado en la jardinera esperándome, sonrío cuando me vio y se levantó.
-Hola- dijo queriendo acercarse.
Me quede quieta. No quería hacer las cosas incómodas.
-Hola- contesté sin acercarme.
Me miró extrañado.
-Entonces, ¿Quieres hablar aquí o quieres ir al Starbucks?.
-El Starbucks es buena idea.
Mi mente recordó varías tardes con él en nuestra mesa favorita. Cómo me había ayudado a terminar mi proyecto final de literatura. El emocionado explicándome teorías literarias y dando sugerencias de libros y personajes. Yo, sintiéndome abrumada por escuchar a alguien tan inteligente hablar de algo que me gustaba. Como cada que terminaba de dar una explicación y yo le daba un ejemplo me daba un pequeño beso en los labios.
-Vamos en mi auto.- dijo mientras comenzaba a caminar directo al estacionamiento.
Lo seguí por inercia. Caminamos más de 100 metros cuando divisé el auto azul.
Ese auto había sido testigo de nuestro primer beso. Cuando se negó a encenderlo hasta que no lo besará, me había reído hasta que noté que era enserio y lo besé. Las mañanas en las que nos habíamos quedado platicando en su auto no importando perder la primera clase, solo para compartir nuestro tiempo. Todas las tardes cuando salíamos de clase y nos quedábamos una hora ríendo de todas las cosas tontas que pasaban. Los días que habíamos discutido y nos negábamos a bajar del auto hasta resolverlo. Ese automóvil tenía muchos recuerdos, y honestamente hubiera preferido caminar hasta la cafetería.
Caminó hacía la puerta del auto y tomé la manija.
-No-dijo mientras quitaba mi mano- yo lo hago.
Sonreí internamente, me gustaba cuando hacía eso.
-Sube.
Entré al automóvil y cerró la puerta. El auto olía completamente a él. Me miró mientras atravesaba el auto para poder subirse.
-Entonces al Starbucks.
Introdujo las llaves y encendió el auto. Lo miré tomar la palanca de velocidades y sentí un nudo en la garganta. Siempre que manejaba tomaba mi mano izquierda y no la soltaba hasta que llegáramos a nuestro destino. Yo me giraba en el asiento para mirarlo y ocasionalmente besarlo en un alto. Ahora luchaba contra todos mis instintos y solo miraba hacía el frente.
Llegamos al Starbucks y bajé rápidamente para evitar que abriera la puerta. Me miró y caminamos juntos a la entrada de la cafetería. Miré nuestra mesa ocupada, algo que agradecía bastante. Sin mucho pensar pedí un café frío y él pidió un café americano. Esperamos en la barra y cuando nos entregaron los cafés caminamos a la única mesa disponible. Nos sentamos frente a frente y deje caer mi mochila en el respaldo de la silla.
-¿Cómo te va?-preguntó mirándome fijamente
Mal. Siempre estoy pensando en ti, ocasionalmente lloro recordando y aveces desearía no haberte conocido.
-Bien- sonreí- Estoy muy ocupada últimamente.
Sumergiéndome en mi miseria.
-Me alegro
Sonreí queriendo llorar.
-¿Y tú?
-Igual, todo va bien en la editorial. Tenemos mucho trabajo. La oferta sigue abierta por si quieres trabajar ahí.
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One Shots | Varios|
Hayran KurguIf this love only exists in my dreams, don't wake me up.