Oscuros Pecados ©

5. [ Un día como cualquiera ]

5. [ Un día como cualquiera ]

Leanne:

Mientras Kathie manejaba, yo no podía dejar de pensar en el extraño, en sus dedos y en la forma en la que me besaba.

Nunca antes me había sentido así con Eliot, nunca antes me habían causado tantas sensaciones con un solo toque, él sin querer, me había hecho sentir llena de gozo y llena de vida.

Kathie me dió una mirada de reojo, como pidiendo explicaciones. Algo como eso, era difícil de explicar, casi engañaba a Eliot y por si fuera poco lo había disfrutado mucho.

— ¿Y bueno?

— ¿Bueno qué?

— cuéntame.

— No tengo nada que decir. — negué continuamente.

— Dime la verdad.

— Kathie, de verdad. No pasó nada.

— Claro. Y yo soy virgen.

— ¡Kathie! — La regañé. — No digas eso, no te burles de mí.

— No lo hago.

— Es que, no sé que decir.

— Lo que pasó.

— Bueno pues, estaba sola, tomé todo mi trago y de repente llegó él, hablamos y..... Todo se puso raro. James me empezó a besar y....

— ¿Y qué?

—  Casi lo hacemos en la barra.

— ¡No! ¡No! ¡Y no! ¡Leanne! — Kathie gritaba. — ¡Casi lo haces! ¡Joder!

— Bueno tú....

— Sí. Pero yo estoy soltera. Casi engañas a Eliot.

— No me hagas sentir peor. Ya lo sé. Créeme, me arrepiento.

— Leanne, no te mortifiques por eso. No sabes que hace Eliot, tienes derecho a divertirte, eres soltera aún y....

— Me casaré.....

— Pero no estás casada aún.

— No lo sé... Tal vez....

— Tal vez debiste darle tu número.

— ¡Estás loca! ¿Para que haría eso?

— Para que se sigan viendo.

— No. Me casaré, lo olvidaré y asunto arreglado.

— Ni tú te lo crees Leanne.

— Pues tengo que empezar a creerlo.

— Estás mal amiga. Y James está muy guapo. — Kathie sonrió de medio lado, intentando que su sonrisa no se viera, pero la vi. James me hizo sentir bien, llena de adrenalina y deseo, pero eso no se podía repetir.

« No si de verdad quería casarme con Eliot »

Después de que Kathie me dejó en mi casa, subí a mi habitación para poder darme un baño y quitarme toda huella de infidelidad hacia Eliot.

Con mi pijama puesto y lista para poder dormir, apagué las luces. Pero antes de cerrar mis ojos, mi celular sonó, anunciando a un Eliot desesperado, porque justo después de que la llamada se cortara, envió mensajes seguidos.

Ignoré todos, fatigada y con la cara de James en mi mente, me dormí. Había rogado fuertemente a la vida que se llevara todos los pensamientos impuros hacia él.

(.......)

Al llegar al trabajo, después de haber pasado a recoger algunos bocetos que tenía en la casa de una clienta, ya había iniciado mi día.