Oscuros Pecados ©

14. [Ella]

14. [Ella]

James:

Ahí estaba ella, la chica del bar, la que había conocido por medio de una borrachera tonta, y a la que no podía sacar  de mi cabeza. Leanne se veía hermosa, llevaba un vestido negro corto, ajustado de muslos y cadera, el vestido tenía un bonito escote y el encaje de los brazos lo hacía combinar muy bien con su piel.

« ¿A dónde iba tan bella? »

« ¿Se estaría viendo con otro? »

Las preguntas rodeaban mi cabeza y por más que esperé a que ella se acercase hablarme, no lo hizo, así que tuve que dar el paso.

— Hola — Saludé.

— ¿Qué haces aquí? — sus ojos echaban chispas. Se veía claramente furiosa.

— Vine a verte, no tengo tu teléfono y pues no podía avisarte ¿Con quién sales? — Pregunté, tenía nueve días de no verla.

— ¿Disculpa? — me miró con odio, no había hecho la pregunta correctamente, pero ya no podía arrepentirme.

— ¿Sales con alguien más aparte de mí? Leanne no me gusta compartir y menos a una chica.

— Yo no salgo contigo — Afirmó y eso me dolió.

« ¿Por qué? »

« ¿Íbamos más allá? »

— Estamos saliendo, no te equivoques. — Quise defender nuestra relación, yo consideraba que lo nuestro  era una relación.

— ¿Qué cosas dices? ¡No tengo nada contigo!

— ¿Vas a irte con otro?

— No me busques más, no vengas a mi casa. Déjame en paz, quiero estar tranquila.

— ¿Entonces por qué fuiste el otro día al hotel conmigo? Leanne si los dos somos adultos, no solo fue atracción, pensé que quedaríamos más, saldríamos a cenar o... — Me interrumpió.

— ¿Ya se te olvidó quién quedó sola? ¿Se te olvidó a quién dejaste tirada en la cama? ¿Sabes la vergüenza que pasé? ¡Todo el mundo me vió así! ¡Caminé para pedir un taxi porque el machote que estaba conmigo me dejó como un trapo! ¡Ni siquiera me trajiste!

— No alces la voz. No quiero pelear — Tenía toda la razón, era un idiota por dejarla sola, de verdad me gustaba y no sabía cómo demostrarlo.

— No lo entiendes — Negó dolida y no quise preguntar.

« ¿Qué no entendía? »

— Tú misma lo acabas de decir, no lo entiendo.

— Vete James, esto es causa perdida — Cuando dijo eso algo en mí se rompió.

« ¿Lo nuestro era causa perdida? »

« Aunque yo mintiera »

— ¿Me voy así como si nada? — Dije y deseé que ella me pidiera que no me fuera, que me quedara y la besara de una vez.

— Sí, vete. — afirmé.

— ¿Tú crees que yo soy tonto?

— ¿De que hablas?

— O me dices ya que ocultas o tendré que averiguarlo yo. Créeme no te gustará. — su cara se descompuso, era obvio que algo me ocultaba, sus labios temblaban por hablar y las palabras no salían.

— Leanne.... ¿Quieres que vayamos a cenar? Te ves preciosa y no quiero  que se desperdicie ese vestido. ¿Vamos? — Odiaba mis cambios de humor.

— No, no puedo, me comprometí con alguien más. — No entendía que decía.