13. [La fiesta]

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13. [La fiesta]

Leanne: 


Habían pasado ocho días exactamente, luego de mi encuentro con James en la plaza, no lo había vuelto a ver en ese tiempo. Eliot ya se encontraba como nuevo, el color rojo de su cara, había desaparecido. La inflamación también y lo mejor era que su madre ya no se quedaba con nosotros.

Ambos responsables; una vez que ya mi futuro esposo estaba mejor, volvimos al trabajo.

Teníamos obligaciones y no podíamos descuidarlas.

La empresa de Eliot celebraba una fiesta, mi prometido junto con otro grupo de ejecutivos, habían ganado un proyecto importante para esta, la empresa firmó un contrato multimillonario y pues dejó mucha ganancia para todos, no solo en la publicidad de la empresa, sino también en el sueldo de sus trabajadores.

Se encargarían de construir un parque temático de agua, con maquinaria y piscinas.

Desde un principio el dinero no importaba para mí, pero Eliot al querer tener hijos, quería que por lo menos ya tuviéramos nuestra capital.

La fiesta se celebraba a las ocho de la noche, en la sala principal del edificio, por ser tan grande la empresa, decoraban la misma institución para celebrar el contrato allí.

Eliot tenía que partir temprano, yo llegaría a la fiesta por mi cuenta y allá nos veríamos.

— ¡Leanne! ¡Leanne! — Me encontraba en la habitación, pero los gritos de Kathie me hicieron bajar de prisa.

— ¡No sirve el timbre! ¡Leanne! — volvió a decir, bajé las escaleras rápido.

— Ya te voy abrir Kathie.... — Llegué a la puerta y abrí. Mi amiga se encontraba llena de bolsas de compra y llena de cajas de zapatos.

— ¿Qué es todo eso?  — Ayudé a Kathie con las bolsas.

— ¡Leanne! ¡Traje vestidos para que vayas a la fiesta! ¿Qué esperabas mujer? No dejaré que mi amiga vaya simple a una fiesta tan importante.

— Kathie, no iré con un vestido. — Dije.

— Al carajo Eliot, tú vas preciosa y punto.

— Kathie no quiero hacerlo.

— ¡No! ¡Irás hermosa y ya! — Siguió insistiendo y yo admiraba eso de ella, era tan persistente que siempre conseguía lo que ella quisiese.

Odiaba ser el centro de atención en una celebración, no me gustaba que todos volvieran a verme como si yo fuera la carnada de la noche y Kathie quería eso con mi look.

— Que no sea un vestido tan revelador, no quiero ser el centro de atención. — negué.

— Pues tienes que serlo ¡Eres la prometida de Eliot! ¡Sus trabajadores lo saben ya! 

— Kathie.... — La seguí, subió a mi habitación y dejó todas las bolsas en la cama.

— Dame eso. Me costó caro. — Me quitó la caja de zapatos.

— ¿Cuánto pagaste por todo? — Le pregunté, no tenía que gastar su dinero en mí.

— ¡No importa! A bañarte.

— Aún es temprano....

— ¿Por qué pones excusas? Ve y dúchate. Leanne tienes que ir bonita, tienes un sueldo ostentoso y debes vestir bien, lo adecuado.

— Sí Kathie, lo sé.

— Entonces deja de poner excusas y mejor cuéntame ¿Cómo te fue con el papucho de James? — Entré al baño y comencé a quitarme el pijama.

Oscuros Pecados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora