19. [De vuelta en la cuidad]
Leanne:
Después de haber pasado casi tres días en Aspen con Eliot, lamentablemente había tenido que volver a mi rutina. Madrugar, trabajar, almorzar, seguir trabajando, llegar a casa, dormir y así sucesivamente.
A veces lo monótono se volvía aburrido, estresaba y hacía sentir presión con fuertes dolores de cabeza, pero igual debía seguir.
— ¿Señorita Leanne? — Entró Sary a mi oficina, estaba distraída con la laptop, pero al final levanté la vista de la pantalla.
— Dime Sary — Contesté.
— Le llegó este pedido — Salí de mi oficina para mirar que era, Sary sostenía un hermoso pero grande ramo de rosas blancas, olían muy bien y se veían muy frescas.
« Estaban recién compradas »
« Eliot quería sorprenderme con detalles »
— Déjeme decirle señorita que su prometido es un hombre muy detallista, ya quisiera yo a un hombre así — Asentí hacía Sary orgullosa, la verdad era que me había pegado la lotería con Eliot.
— Muchas gracias Sary, Eliot siempre ha sido muy detallista conmigo — Tomé las rosas y las llevé a mi oficina, quité algunos adornos de mi mueble y las coloqué ahí, justo en el centro, para que apreciaran la vista.
— ¡Leanne! ¡Leanne! — feliz de la vida la loquilla de Kathie entró a mi oficina, rápido corrí y la abracé. Había extrañado mucho a mi amiga.
Kathie me correspondió el abrazo, besé su mejilla y le agradecí por haberme ayudado con el trabajo mientras no estaba.
— ¡Kathie! ¡Que gusto verte! ¡Te extrañé! — Esta asintió y me contestó lo mismo.
— Gusto me da a mí — Kathie miró el ramo de rosas, se acercó a él y empezó a examinarlo. Yo me di la vuelta, buscando mi cuaderno de dibujo, para enseñarle algunas prendas y que me diera su opinión, había dibujado esa mañana, me sentía con inspiración.
— ¡Leanne! ¡La que se te va armar! — Dijo Kathie de pronto y volteé, buscando el objeto que la tenía tan alterada.
« ¿Qué pasaba? »
— ¿De qué hablas? — dije enseguida, Kathie sostenía la tarjeta entre sus dedos, sus ojos sobresalían mucho mientras leía el remitente.
— ¿Quién te mandó las rosas? — Preguntó y respondí como si fuera obvio:
— Eliot, siempre ha sido muy romántico conmigo y hoy me quiso sorprender.
— Leanne estas rosas no las envió Eliot.
— ¿Qué? — caminé a su lado, tomé la tarjeta y la leí. Mi cara cambió inmediatamente, se me secó la garganta y tragué grueso, la tarjeta decía lo siguiente:
No tengo cara para enviarte rosas lo sé, pero quiero que sepas que siempre estás en mi mente, te pienso día y noche, creo que enserio me gustas. Perdona a este idiota que no hace nada más que lastimarte.
Postdata: Espero acertar con la dirección de tu trabajo.
J. R.
— ¡Fue James! ¡James te envió rosas! — Gritó Kathie y agradecía que la puerta de mi oficina estaba cerrada.
— ¡Cállate! — corrí y tapé su boca. — No grites, todos en la oficina piensan que fue Eliot. ¿Cómo se le ocurre? ¿Cómo consiguió mi dirección?
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Oscuros Pecados ©
Teen FictionLeanne es una chica que tiene una vida perfecta, madre soñadora con su boda, prometido leal y algo cerrado de pensamiento. El dinero nunca había sido problema y menos cuando ya casi iba a pasar a ser la dueña de la fortuna de su prometido. Pero una...