9. [ Mentiras ]

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9. [ Mentiras ]

Leanne:

Justo después de que Kathie se había ido, escuché el auto de Eliot, escuché como lo estacionaba y me apresuré para terminar de estar lista. Tenía mi ropa y mi maquillaje, pero no sabía cómo actuar con él después de verme con James y después de verlo diferente a como solía.

Tenía que fingir, aunque estuviera mal y se viera mal, no podía arriesgar mi vida y mucho menos a mi única familia. No iba a quedarme sola por una aventura.

Iría a cenar con James solo para dejarle en claro que ya no debíamos vernos, que lo mejor sería olvidar y dejarlo atrás.

Los pasos se escuchaban en la escalera, Eliot venía subiendo y respiré para tranquilizarme. Sacudí mis manos y lo vi.

Posiblemente antes me hubiera palpitando el corazón de felicidad. Ahora no, no sentía nada. Aunque se viera guapo, elegante y presentable no me causaba mínimo sentimiento.

Recordaba como me celaba, lo mal que le caía Kathie y las veces que quería controlarme.

Sus ojos brillaban y estiró las manos para que lo abrasara.

No podía negarme, tal vez no me daba emoción, pero lo conocía de hace mucho. Aunque no pensé en él en su ausencia, lo había extrañado.

— Nena....

— Eliot — Corrí y lo abracé fuerte. Sus manos presionaron fuerte mi cintura, para luego bajar a mis nalgas y apretarlas suavemente.

— Como te extrañé. — Tomó mi rostro y me plantó un beso pequeño para luego intentar invadir mi boca.

— Ahora no.....

— ¿Por qué? ¿No puedo desear a mi prometida?

— Sí, pero si lo hacemos ahorita, no podrás cenar.

— Tengo hambre de ti.

— Eliot quiero que primero comamos.

— Bien. Pero luego estarás conmigo ¿Verdad?

« sí claro. Me iré después con James »

— No iré a ningún lado.

— Te ves hermosa. Estás deslumbrante....

— Gracias pero no es para tanto....

— Claro que lo es. Mi prometida está preciosa.

Eliot tomó mi mano y bajamos juntos. La mesa ya estaba puesta y procedí a servir la cena. Comimos en silencio, Eliot no dejaba de verme y me hacía sentir un poco incómoda, no me había arreglado para él, pero sin embargo, Eliot sentía que sí. No le diría pero me sentía inconforme con todo.

— Te noto rara ¿Sigues enojada conmigo?

— No.

— ¿Pasa algo?

Dejamos los platos en el lava vajillas cuando terminamos de cenar.

— No amor. ¿Subimos? Te tengo una sorpresa.

— Claro — De nuevo tomó mi mano, ambos subimos juntos y llevé conmigo las copas de vino. Por supuesto tenía las gotas escondidas.

— Nena ¿Me sirves vino?

— Sí. — Eliot se dió la vuelta, soltando su camisa y desatando su corbata. Aproveché para echarle las gotas en el vino sin que lo notara, no sé con exactitud cuántas gotas fueron, creo que cuatro o cinco porque mis manos temblaban de los nervios, Eliot me podía ver en cualquier momento.

— Aquí tienes. — Le entregué la copa, tenía miedo de que se diera cuenta, pero por dicha no. Tomó un largo trago y la dejó en la mesa de noche.

— Ven aquí hermosa. — Me acerqué a Eliot. Tomó mi rostro y me besó. Mi boca se abrió a él, el sabor a vino nos inundó. Mis manos sujetaban su cabello, jalándolo a mí.

Eliot tomó mi cintura e intentó bajarme el vestido, pero en ese momento se tambaleó. Me soltó y se sentó en la cama.

— ¿Qué pasa?

— Me siento mareado.

— ¿Estás bien? ¿Quieres agua?

— No. Deja que ya se me pasará.

— Eliot ¿Te traigo algo?

— No, sigo algo mareado.... — Eliot se acostó, reposó la cabeza en la almohada y cerró sus ojos. Algunos minutos pasaron y su respiración se reguló.

— Eliot — Lo moví un poco, debía comprobar si seguía despierto. — Eliot.

Pero nada, no respondía y se veía profundamente dormido. Tomé mi abrigo y las llaves para salir.

Rápidamente escribí un mensaje para Kathie, estaba algo asustada.  Las gotas lo habían dormido rápidamente, ella me respondió minutos después:

Kathie, Eliot se durmió muy rápido ¿Es normal? ¿Si le pasa algo? Creo que me pasé con las gotas.
                        Enviado por mí a las 7:48 p.m.

¿Cuántas gotas le diste?
                          Enviado por Kat a las 7:50 p.m.

No lo sé, estaba muy nerviosa, creo que cinco.
                        Enviado por mí a las 7:51 p.m.

Tranquila, nada pasó. Es normal. Suerte 😏
                    Enviado por Kat a las 7:53 p.m.

Al leer el mensaje, quedé más tranquila. Cerré la puerta y esperé afuera. No tenía el número de James, no tenía su dirección y ni siquiera sabía en dónde quedaba el restaurante.

Así que esperé.

Un auto rojo y algo lujoso se estacionó a mi lado. 

El conductor bajó la ventanilla, era él.

— Hola.

— Hola — saludé.

— Sube. — así hice, subí al auto.

— Estás preciosa y hueles delicioso.

— gracias. Tú te ves elegante.

— ¿Solamente?

— No seas creído ¿Qué más te puedo decir?

— Nada. Que estoy muy guapo también.

— James vámonos ya — Le pedí, Eliot podía estar dormido pero no tenía confianza, tal vez se pudiera levantar y ver por la ventana además teníamos vecinos y eran chismosos.

— ¿Por qué? ¿Tienes prisa? ¿Hay alguien arriba esperándote?

—No — negué.

— Entonces no tenemos prisa. — ahora sí arrancó el auto, me miró de arriba abajo y se concentró después en la carretera.

Tenía miedo, tenía miedo de lo que pudiera pasar.

« Ya sabes lo que va a pasar »

« Será solo una charla entre amigos »

« Nada más »





(.............)


























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Oscuros Pecados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora