20. [¿una cita?]

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20. [ ¿Una cita? ]

Leanne:

Mi mente daba vueltas, no paraba de pensar, James me había dejado en la fuente del parque, justo después de que se fue, llegó Kathie y tremendo susto se llevó con lo que le conté, al haber aceptado la cita estaba cometiendo un error, claro que lo sabía, pero no podía detenerme, quería hacerlo, pero no podía.

Dicen que a escondidas, la relación es más picante, que sientes más y tal vez yo estaba creyendo en eso.

Kathie me ayudaba en mi habitación, muchos vestidos esparcidos por la cama, aún no tenía claro que ponerme, por lo que mejor opté por no llevar vestidos, llevaría algo ligero, un jean rasgado de las rodillas, una chaqueta larga y una blusa de manga larga. No llevaría vestidos ni mucho menos volvería a caer, no esta vez.

— ¿Qué te pasa? — Kathie preguntaba, mientras me ayudaba a recogerme el cabello.

— No engañaré más a Eliot, no seré una mala esposa, él no lo merece.

— ¿Estás segura? Eso dijiste la otra vez.

— No dejaré que un simple acostón arruine mi vida.

« No es un simple acostón, es más que eso »

— Solo tú puedes parar esto.

— Hablaré con él, no sé como pero lo haré desistir de la idea de cortejarme.

— Te deseo suerte. — sonrió Kathie, no era tan fácil.

« Puedes hablar lo que quieras, otra cosa es actuar »

— Gracias, por tu apoyo, por estar aquí, por no decir nada y lo más importante por escucharme. No sé que haría sin ti Kathie.

— Yo tampoco sé qué harías sin mí. — Ambas sonreímos, la noche era joven, como persona coherente debía romper aquella relación tóxica de raíz, eso era lo correcto.

« Dejaría a James para siempre »

« O eso era lo que tenía planeado »

Un mensaje de Eliot me llegó al celular, decía que se quedaría a cenar con su madre, suspiré de la tranquilidad porque no tenía que correr con miedo a que no me viera en casa.



(...........)


— Hola — Saludé a James.

— ¿Hola? ¿Algún saludo más frío? — James que estaba de pie junto a mí, me miraba con destreza, como queriendo encontrar algo que me hiciera dudar de mi vestimenta, estaba muy informal para una cena romántica.

— Lo lamento — Me acerqué, de pronto su delicioso perfume me aturdió. Sin prestarle atención a sus labios que pedían a gritos ser besados, besé su mejilla. — Tengo que dejarte en claro tres cosas.

« Dilo de una vez »

— Oye...

— No — cubrí sus labios con mi mano — Son cosas importantes, si no estás de acuerdo lo mejor es dejar esto aquí definitivamente.

— Habla — James quitó mi mano, tal vez lo que estaba haciendo era muy infantil, pero necesitaba frenar sus malas intenciones y que por un momento me escuchara.

— Uno y lo más importante; nada de sexo hoy.
Dos; Solo mi amistad te puedo ofrecer, no tengo más, no preguntes por qué. Y tres; quiero que dejes de venir a mi casa, te daré mi número, con la única condición de que seremos solamente amigos.

Oscuros Pecados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora