Observo a mamá nerviosa una vez más. Cuando me pongo de este modo tiendo a juguetear con mis manos, supongo que es una manía que agarre desde que era pequeña.
No sé qué mentira decirle, en estos momentos me encuentro en blanco ¿Qué se supone que le diré? ¿Qué estaba aburrida y decidí invocar al diablo? Hasta para mi suena estúpido. Decido quedarme callada esperando a que ella diga algo más.
—¿Por qué no me dijiste que venía?
Estoy a punto de explicarle todo, cuando caigo en cuenta de lo que dijo. Espera, ¿Qué?
¿Qué está pasando? Ya sé que lo he preguntado muchas veces, pero en serio, ¿Qué está sucediendo aquí? La miro confundida sin saber que responder, dirijo mi mirada a lucifer tratando de pedirle una explicación, pero él mantiene la vista en el pato de comida que mi mamá deposito delante de él.
—Yo... —dudo, que rayos le diré —Yo no sabía que iba a venir —respondo dudosa.
Se que responder de manera dudosa podría traerme problemas, pero vamos, que más podía decirle. Tal vez y con suerte le atine y ella me explica que es lo que está sucediendo.
Eres una chica muy inteligente. Me doy unas palmaditas mentales
—¡Le avente mi bolso a la cara, Mackenzie! —chilla avergonzada —De haberme avisado no lo hubiera recibido de esa manera —suelta un suspiro —Sabes que, estoy cansada como para regañarte, iré a dormir.
Quiero detenerla y exigirle que me explique qué es lo que está pasando, pero no creo que sea lo correcto, me hago a un lado para que pueda pasar. Se retira de la cocina dejándome sola con Lucifer, me planto enfrente de él esperando una explicación, pero su mirada está centrada en los waffles que mi mamá dejo para él.
—Podrías decirme que es lo que acaba de suceder —digo molesta —Casi me hago pipi encima cuando te vi aquí abajo con mi mamá.
—¿Qué es esto? —pregunta viendo su comida —Sabe increíblemente bien.
Ignora por completo mi comentario y eso solo me hace molestar. No le cuesta nada decirme que es lo que está sucediendo.
—Son waffles —alejo el plato de él —Ahora dime que ha sucedido —suelta un bufido exasperado.
—Solo modifique ciertos recuerdo de su mente ¿Me devuelves mi plato ya? —niego con la cabeza.
—¿Cómo que modificaste? —pregunto confundida —Explícate.
—Tengo el don para manipular los recuerdos de los humanos —explica, tiene su mirada en su comida —Solo hice que ella pensara que nos conocemos de hace años —señala el plato —¿Me lo devuelves ya?
Suelto un bufido antes de entregarle el plato de nuevo. Lo observo comer, aún tengo mil dudad en mi mente ¿Manipular recuerdos? Supongo que es normal que tenga poderes y he de admitir que eso es un super don, pero ¿No traerá consecuencias en la mente de mamá? Si es así lo matare y no me importa si es inmortal, encontrare la forma de hacerlo.
—¿Eso no traerá problemas después? —niega con la cabeza —¿Cómo estas tan seguro?
—Puedo deshacerlo cuando quiera, cuando eso suceda todo volverá a la normalidad y ella actuara como si nunca me hubiera conocido.
Lo observo con duda, eso podría explicar el por qué mi mamá no enloqueció en cuanto lo vio, le agradezco lo que hizo. No tiene idea del enrome castigo del que me salvó. Estiro mi mamo para tomar un pedazo de sus waffles, pero el gruñe mientras retira el plato, lo miro indignada.
—Dame un poco, no seas un egoísta.
—No, busca tu propio alimento, esto es mío.
Le dedico una mirada amenazante que pasa desapercibida por él, me sirvo mi desayuno, me siento delante de él para empezar a comer.
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Luzbel en New York (Editando)
RandomMackenzie Stone, una chica que se mete en problemas al encontrarse sola, aburrida y con una suspensión en su primer día de clases... ¿Qué cosa mala podría pasar cuando por aburrimiento invoca a Lucifer?